División de opiniones entre los epidemiólogos sobre la conveniencia o no de volver a las mascarillas

Llegados a este punto, hay quien habla de séptima ola y quien, como la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia se refieren ya a una «octava». Y quien defiende la normalidad del momento. El epidemiólogo Daniel López-Acuña lleva semanas hablando de séptima ola, de un «repunte muy pronunciado en indicencia, aumento de hospitalización y UCI y una mortalidad excesivamente elevada en mayo y junio». Las cifras, dice, «son preocupantes», con diez comunidades por encima d ela media nacional y Madrid con una tasa de contagios en mayores de 60 años de 1.600 por 100.000 habitantes. «Tenenos más de 10.000 personas ingresadas por covid en España, no es un catarrin ni una gripalización, no se pude banalizar». Acuña lo achaca a tres cuestiones: el decaimiento de la inmunidad en quienes se pusieron la vacuna hace más de seis meses; el «error no de haber aislado a los positivos» y la no obligatoriedad de las mascarillas. «Se está actuando como si esto hubiese acabado y no es así. Hay que restablecer el uso obligatorio de la mascarilla en interiores».

Pedro Arcos, director de la Unidad de Investigación en Emergencia y Desastre de la Universidad de Oviedo, no está de acuerdo. «Han aumentado las infecciones y reinfecciones, era absolutamente previsible, porque hay dos variantes más transmisibles, porque estamos con actividad completa y hay, por tanto, más contactos y exposición, y porque baja la inmunidad a corto plazo porque hace tiempo que se pusieron las vacunas», explica. Con todo, «no significa que se parezca a las situaciones anteriores. Hay una ola nueva, epidemiológicamente es cierto. Pero desde punto de vista clínico, hablamos de casos leves, que solo 3 de cada 10 tienen síntomas... la relevancia es mucho menor».

Arcos defiende que «no hay que hacer nada» salvo, quizás, en otoño, si hay avances en las vacunas, suministrarlas a los grupos de población con mayor riesgo. Arcos diferencia el momento covid con la «saturación» de hospitales y centros de salud. «No hay que exigir explicaciones al virus sino a quien se gestiona. Si tiene abandonado el sistema sanitario y hay falta de dotación de personal, la culpa no la tiene la covid».