«Con cinco minutos puedes salvar una vida»
Tres grandes donantes asturianos, con entre 60 y 100 extracciones de sangre, invitan a unirse a la hermandad en su Día Mundial
«¡Gracias! Gracias a vuestra solidaridad hemos recuperado nuestras reservas». Es el mensaje que desde la semana pasada aparece en la web del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias, tras unos días críticos en los que las reservas amenazaron con obligar a suspender cirugías. La actividad quirúrgica continúa al alza y en verano los donantes no pueden fallar. Este martes, 14 de junio, es su día.
Tiene mucho que celebrar Ana Zuazua, nacida en Oviedo hace 50 años y que lleva más de cien extracciones. «Mi madre fue donante hasta el día en que cumplió 70 años y yo siempre quise serlo». Su hermana «decía que iba a ser donante porque le llamaba la atención el bocadillo de después», recuerda entre risas. Su primera vez fue en la Feria de Muestras: «Tenía 24 años, fui con algo de miedo al principio pero enseguida me relajé». Desde entonces no ha fallado. «Dono unas cinco veces al año ¡y porque no me dejan más!».
Asegura que «hay gente que tras la donación se encuentra revuelta, pero yo me encuentro mejor que antes, incluso, al haber podido ayudar a alguien». En agosto, se la puede ver en la misma feria donde donó por primera vez 'a la caza' de ciudadanos solidarios. «Algunos son reacios, otros se disculpan diciendo que tienen miedo a las agujas, ¡incluso alguno tatuado me lo ha dicho! Pero yo siempre digo lo mismo: Son cinco minutos de pasarlo algo mal, pero pueden salvarle la vida a alguien».
Cuenta el gijonés José Luis Álvarez que si empezó a donar fue porque «de joven sangraba muchísimo por la nariz: de noche, de día... a todas horas, ante cualquier esfuerzo empezaba a sangrar». Un médico le aconsejó que donara sangre, «fui a la Hermandad de Donantes de Gijón, que ni sabía que existía, y hasta hoy». Entre los 19 y los 52 años ha donado en 63 ocasiones. Lo mejor es que ha servido de ejemplo a su hija: «Acaba de cumplir los 18 y ya donó por primera vez. Iba con miedo, pero enseguida dijo que no era nada». Lamenta que «ahora parece que la gente no es muy solidaria en el día a día y que solo reacciona cuando hay un llamamiento», por lo que pide que «sean conscientes de que hay que donar de forma rutinaria». «Para mi es una satisfacción y un orgullo ver que tengo relevo en mi hija», asegura, ya que «es muy importante que los jóvenes empiecen a concienciarse». Y pone un ejemplo. «Hace años mi padre tuvo que operarse, me dijeron que necesitaría sangre y se la doné. Creo que si la gente supiera que algún familiar podría necesitarla, se animaría más».
«Ganamos todos»
«En los hospitales deberían poner 'estas plaquetas vienen de los donantes de tal o cual sitio'», opina Ildefonso Morala. A él la vocación de donante le alcanzó tarde, pero ha cogido carrerilla y ya lleva 62 donaciones. «Siempre había tenido el gusanillo pero no acababa de dar el paso, hasta que un día le vendí a un cliente unas mesas y sillas. Resultó ser Tino Valdés, presidente de la Hermandad de Donantes, y me animó». En su caso dona por aféresis, un proceso algo más largo, pero que equivale a cinco donaciones «porque aprovechan mucho más la sangre» y permite donar cada mes y medio. «Si colaboramos, ganamos todos».
Para saber dónde donar, vea el calendario de donaciones en hdsprincipadodeasturias.net/noticias/proximas-extracciones