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Ignacio Secades (tercero por la derecha), director comercial de Canonical, con sus socios comerciales de China. E. C.

Las empresas de la región se preparan ante el rápido avance del virus

Adaptan su logística, buscan proveedores nuevos y algunas estudian cómo implantar el teletrabajo si se extiende por Asturias

NOELIA A. ERAUSQUIN / PILAR ALONSO

GIJÓN.

Martes, 25 de febrero 2020, 02:08

Con la virulencia que ha desembarcado en Italia, el avance del coronavirus empieza preocupar de una forma distinta a las empresas asentadas en la región, y ya no solo a las que comercian con China. De hecho, hay compañías en Asturias que estudian planes de contigencia por si el virus llega al Principado y se plantea, por ejemplo, cómo hacer frente a la restricción de desplazamientos o el mantenimiento de la actividad mediante el teletrabajo. Así se lo han trasladado a la Sociedad de Promoción Exterior Principado, Asturex. Su directora, Teresa Vigón, reconoce que están aumentando las preguntas sobre los posibles efectos del coronavirus en los negocios.

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Desde el punto de vista económico, el aumento de contagios en Italia preocupa menos que el bloqueo de China, donde muchas compañías fabrican bajo pedido y estos no están llegando o se ven afectadas por su paralización por la falta de componentes intermedios. Toca, por tanto, buscar nuevos proveedores, pero todo el mundo, de forma literal, está igual, por lo que los costes y los plazos se disparan.

«Lo de Italia afecta menos en cuanto a proveedores», reconoce Vigón, pero inquieta su cercanía, que el virus se propague en España o un posible cierre del espacio de Schengen, que conllevaría más controles y retrasos para el movimiento de personas y mercancías.

La Federación Asturiana de Empresarios (Fade) también sigue con atención el avance de la enfermedad por el especial componente que puede tener en el tejido de compañías de la región que exportan o reciben personas y productos de China. De hecho, la patronal asturiana muestra una «creciente preocupación», mantiene un contacto permanente con las autoridades sanitarias de España y hace un seguimiento muy estrecho de las recomendaciones de la OMS. «China es un importante centro de fabricación a nivel mundial y también un destino con una importancia creciente para las empresas asturianas», subraya el director general de Fade, Alberto González, que reconoce que «no hay sector que directa o indirectamente, en mayor o menor medida, no se pueda ver afectado por esta crisis sanitaria».

Aunque cree que es pronto para calcular el impacto del coronavirus en las empresas asturianas, sí que se ha constatado que hay algunas que están teniendo problemas de abastecimiento. «También -asegura- hay casos puntuales de tensiones financieras por la paralización de la actividad bancaria en China».

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No obstante, según Funcas, la exposición de la economía española a China y el resto de Asia es cuatro veces menor que en el caso de Alemania y Francia, y en el caso de Asturias «las cifras de comercio directo con el país asiático son incluso inferiores a la media nacional», aunque cree González que el impacto se dejará notar de forma indirecta en mayor grado, «al ser precisamente estos países unos de nuestros principales socios comerciales».

Fuentes de la Cámara de Comercio de Oviedo apuntan en la misma dirección. De hecho, llaman la atención sobre el descenso de la Bolsa de ayer, en la que el Ibex-35 retrocedió más de un 4%. «Es indudable que el bloqueo con China está afectando a empresas que fabrican aquí productos terminados, que no están pudiendo atender sus pedidos», señalan desde la entidad cameral, que también subraya la necesidad de buscar nuevos proveedores para aquellos que elaboran «productos intermedios».

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Este es el caso de Canonical Robots, compañía asentada en Llanera y con gran relación con China, de donde les llegan componentes. Además, son miembros de una asociación de robótica de Hangzhou y con algunos de los miembros ya mantienen una relación personal. Hasta el punto que les han enviado mascarillas y batas para protegerse del virus ante el desabastecimiento en el país asiático. Ignacio Secades, director comercial de Canonical, reconoce también la falta de suministros y la complicación que supone encontrar nuevos proveedores. «Hemos contactado con fábricas de México, pero todas las empresas del mundo están igual y los plazos que nos ofrecen no son los que necesitamos», señala. No obstante, intentando ser positivo, esta situación les está obligando también a abrir nuevos mercados.

Uno de los grandes motores de la región, el del metal, asegura, sin embargo, que los efectos no se dejan notar tanto en su sector, puesto que se trabaja con un inventario de procesos de dos o tres meses, y «ahora que la economía China se vuelve a reactivar, es probable que no haya ruptura en el suministro».

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