Y la enseñanza se tuvo que reinventar
«No puede haber un cole en casa». Los docentes se las ingenian para mantener a los alumnos «activos y atendidos»
O. ESTEBAN / C. DEL RÍO
GIJÓN / AVILÉS.
Domingo, 19 de abril 2020, 01:31
El colegio Miguel de Cervantes, de Gijón, ha creado una radio escolar. Estudiantes universitarios se han ofrecido para dar clases gratuitas a alumnos de Primaria y Secundaria. Otros han creado un 'banco de apuntes'. El colegio Ventanielles, de Oviedo, tiene su propia 'aula de apoyo' virtual. Benjamín Suárez, del Sagrada Familia-El Pilar, de Pola de Lena, ha creado un canal de Youtube con sus clases de Educación Física. Las editoriales han abierto todos sus recursos. Los claustros se hacen a través de la pantalla y las tutorías también. Es posible hacer manualidades con los de Infantil, matemáticas con los de Secundaria e incluso avanzar temario para que los de Bachillerato lleguen preparados a la EBAU.
El coronavirus lo ha cambiado todo y a la enseñanza la ha obligado a reinventarse en poco más de 24 horas. Porque, como recuerda César Suárez, director del IES Montevil, de Gijón, los docentes salieron un viernes de sus centros, ya vacíos de alumnos, pero pensando que el lunes volverían. Y nunca volvieron. Y de eso hace cinco semanas. Así que allí quedaron tablets, agendas, cuadernos, mucho material y más anotaciones. En un fin de semana hubo que construir un nuevo sistema educativo compuesto de pantallas, correos electrónicos, blogs, hangouts, skype, tutorías 'online', PDF, TEAM, Zoom, y una constante batalla, en algunos casos, contra la falta de medios y de conexión.
«Un trabajo intenso»
Es «un trabajo intenso», coinciden todos. Habían trabajado previamente con las nuevas tecnologías, pero como complemento y no, como sucede ahora, como medio principal. Así, La Salle, en Gijón, está trabajando con su plataforma Sallenet, en un plan coordinado para todos sus centros educativos del país (120 en total), cuyo principal objetivo es crear «una escuela de aprendizaje online». Tanto la parte técnica como la educativa «ha ido sobre ruedas» hasta ahora. «Somos muy conscientes de que este formato de teletrabajo es un reto para nuestros alumnos, por lo que semanalmente los tutores siguen conservando un espacio de tutoría para ir recogiendo la evolución de los educandos», añaden.
Otros se enfrentan a problemas nuevos. Como Mónica Delgado, profesora de Educación Plástica y Dibujo Técnico en La Asunción. «Reivindico que los supermercados puedan vender material escolar o se pueda adquirir en algún sitio que no sea Amazon, porque crear y autorealizarse es también necesario».
En el Alfonso Camín todo el personal (incluido el del comedor, pues tienen cocina propia), se ha implicado. Cada nivel y los especialistas han creado blogs, donde cuelgan actividades, tanto de aprendizaje como lúdicas, «para hacer estos días más llevaderos». «La jornada escolar no se puede replicar desde casa, no es justo para los alumnos ni para las familias. Pero mantener una rutina de actividad y trabajo es bueno para todos». Lo cuenta Alejandra Díaz, matemática y profesora del colegio Paula Frassineti de Avilés desde hace 20 años. Con esas premisas atiende a seis clases de cinco niveles diferentes, intentando «mantenerles a todos activos y atendidos».
Admiten los docentes que la situación no es fácil para ellos, pero tampoco para los alumnos. Isabel Suárez Aragoneses, jefa de estudios del Colegio Público Palacio Valdés, explica que aparte del material curricular «organizamos otro tipo de actividades más creativas y voluntarias, son sugerencias porque tenemos que entender que no puede haber un 'cole' en casa». A los profesores, muchos de ellos también padres, no se les escapa el reto que supone mantener encerrados a los niños.
En el Marcelo Gago la dinámica es similar. Javier Sarasola, director, cree que lo fundamental es «marcar rutinas» y aprovechar el tiempo para hacer otro tipo de tareas que normalmente cuesta encajar como la práctica de yoga en familia o 'mindfulness', que ellos imparten en el centro. «Les facilitamos material de internet y colgamos vídeos de motivación o de relajación, no solo tareas educativas». En sus activas redes sociales han puesto en marcha una sección de 'marcelinos/as', donde cuelgan los juegos y manualidades de su alumnado.
Ante todo se pretende «que no desconecten, porque esto no son unas vacaciones», remarca la directora del Colegio Público Sabugo, Carmen Rodríguez. «Un día en casa es un día muy largo, por eso agradecemos la colaboración de todas las familias, sabemos que están haciendo un esfuerzo», resume.