Una escueta declaración debido al «agotamiento» por el viaje y el Ramadán

Con actitud «fría», tranquilo y «agotado», el acusado de matar a Javier Ardines compareció ayer ante la titular del Juzgado de Llanes, la fiscal y los abogados de las partes durante apenas quince minutos y respondiendo con poco más que monosílabos a las preguntas de su defensa. La de Maamar Kelii fue una declaración «muy breve», como reconoció su abogado, Fernando Barutell, debido a que no se encontraba en «las mejores condiciones para someterse a un interrogatorio de cinco o seis horas». Esto se debe, explicó, a que el argelino llevaba «treinta horas sin dormir» cuando llegó a la sede judicial, pasadas las diez de la mañana. Y es que no solo había realizado un viaje internacional en la jornada previa, desde Suiza hasta Llanes, también estaba debilitado por encontrarse en plena celebración del Ramadán.

«Mi defendido es musulmán, por lo que entre el 23 de abril y el 23 de mayo no puede comer ni beber nada desde las cuatro y media de la mañana hasta las once de la noche», indicó el letrado. Y reconoció que en este sentido «la labor de la jueza ha sido exquisita, pues desde que le solicité que se tuviese en cuenta su religión, ordenó que se respetasen en todo momento sus horarios de comidas y así ha sido».

No obstante, una vez que Kelii haya podido «descansar en Villabona» y tras recibir una nueva visita de su abogado, sí está previsto que se lleve a cabo una segunda declaración más extensa y en la que tiene la intención de responder tanto a las preguntas de la jueza y la fiscal, como a las de los abogados de la acusación particular y las defensas. Además, Barutell confía en que tras este nuevo testimonio la magistrada sí acceda a llevar a cabo un careo entre su cliente y Djillali Benatia, representado por Adrián Fernández, para que «le tenga que decir cara a cara lo que le está atribuyendo, que es radicalmente falso».

De igual forma, la intención del abogado del supuesto sicario, tal y como manifestó ayer a la salida del Juzgado de Llanes, es pedir que declaren «todos los testigos que aparecen en la instrucción». Entre ellos, la mujer de Kelii y el taxista que llevó el 27 de julio de 2018 a Pedro Nieva, Jesús Muguruza y Djillali Benatia hasta el aeropuerto de Santander después de que se averiase el coche en el que viajaban hacia Llanes para, supuestamente, reconocer el terreno e ir preparando el crimen.