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La noticia está en todos los medios: cientos de estudiantes universitarios o de máster extranjeros en Estados Unidos han visto retirados sus visados. ¿El motivo? ... Donald Trump y su política de inmigración, pero también de control de la oposición. Porque ha sido desde su llegada a la Casa Blanca cuando alumnos de universidades como Harvard, Columbia, Stanford, la Universidad de California o la Universidad Estatal de Ohio han sido informados de que sus visas eran canceladas. Sin mucha más información. Y, desde luego, casi sin opciones. Al parecer, algunas revocaciones están relacionadas con infracciones anteriores, todas leves y que para los afectados parecían olvidadas. No para la Administración Trump. Pero hay quien señala en los campus que algunas de las decisiones tienen más que ver con el activismo político de los jóvenes, especialmente en los movimientos pro Palestina.
La situación preocupa en las universidades, en los movimientos en defensa de los derechos civiles y, por supuesto, en los estudiantes y sus familias. También en las de los asturianos que están estudiando en Estados Unidos. Jorge Carretero es el director de Global College USA y con él trabaja Carlos Felgueroso, ambos desde Gijón, pero con un gran equipo en toda España. Gestionan la estancia de cientos de estudiantes de toda España, tanto de Secundaria como universitarios, en Estados Unidos. Están especializados en la gestión de becas deportivas que facilitan que jóvenes españoles puedan estudiar sus carreras en alguna de las más de 2.000 universidades estadounidenses y seguir compitiendo en sus equipos y sus ligas.
Por el momento, ninguno de los jóvenes con los que trabaja la empresa, ni de Asturias ni del resto de España (aunque envían unos 300 becados deportivos al año), ha tenido ningún problema, aunque admiten que está ocurriendo e incluso comentan algún caso. «Es todo mucho más estricto», explica Carlos Felgueroso. Infracciones leves como el consumo de alcohol entre menores (lo son hasta los 21 años) o multas por exceso de velocidad pueden suponer ahora un auténtico drama para quien haya invertido en una estancia allí.
Por lo tanto, aconseja Felgueroso, «hay que tener cuidado». Porque da por hecho que quien tenga en su expediente alguna situación de este tipo, «si no ha recibido la carta, la va a recibir». Y, una vez que llega, «no se puede hacer nada». Habla el joven gijonés, que estudió cuatro años con una beca deportiva de fútbol en Oklahoma, de una universitaria española que «en solo unas semanas desde que le llegó la notificación, está de vuelta en casa».
Pese a todo, por el momento no han notado que haya descendido el interés de familias y jóvenes, que ha crecido de forma notable año tras año, especialmente desde la pandemia.
Uno de los jóvenes asturianos que llegó a Estados Unidos de la mano de Global College USA es Gonzalo Fernández Ornia, de 19 años, jugador de tenis del Grupo Covadonga, de Gijón. Gonzalo cursa Business en Florida desde el mes de agosto. Y lo hace gracias a una beca que cubre buena parte de los más de 45.000 euros (puede llegar hasta los 65.000) que cuesta un curso allí. Su madre, Verónica Ornia, admite que ante la alarma generalizada se puso en contacto con Jorge Carretero, que les ha «tranquilizado». «Con los deportistas no hay problemas, siempre y cuando no infrinjan las normas. Venimos de una cultura del 'no pasa nada', pero allí las cosas son muy distintas. Y no podemos olvidar que no son mayores de edad hastalos 21», recuerda.
Por eso, admite que le recuerda una y otra vez a su hijo que «no tome ni una cerveza». Porque las consecuencias de beber alcohol siendo menor serían terribles: pérdida de la beca, vuelta a España y posiblemente dificultades para volver a entrar en el país. «Si me lo echan, menudo disgusto...» dice Verónica casi sin querer pensarlo. Una situación que se puede dar por «algo como falsificar el DNI para entraren una discoteca o hacer una broma a una amiga y meterle un pintalabios en el bolsillo en una tienda. Por tres dólares, mira lo que puedes perder...»
Gonzalo está en plena temporada de competiciones. Durante el primer cuatrimestre los tenistas se centran en los entrenamientos y desde enero a mayo, en los torneos universitarios, en los que participan siempre como equipo, ocho chicos y ocho chicas que «son como una familia». El joven gijonés ha sido elegido mejor jugador del primer año (Freshman of the Year) de la Sun Conference, que comprende los estados de Florida, Georgia y Alabama. Lo que está viviendo «es un sueño». Por eso, su madre no se cansará de repetirle que cumpla las normas, que sea «formal», que huya de cualquier situación de esas en las que aquí «pensamos que no pasa nada» pero con las que allí sí pasa, y mucho.
Pese a la lógica preocupación por la situación general, Verónica solo tiene buenas palabras para el recibimiento que su hijo ha tenido en Estados Unidos, para la ayuda que ha recibido en su adaptación, para el trato y las facilidades que las universidades dan a los deportistas. «Aquí sería inviable», admite.
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