La extraordinaria historia del segundo corazón de Jorge
Jorge Montes es donante y receptor, un caso excepcional. En 1994 autorizó dar los órganos de su hijo y años después recibió un trasplante
Hace casi tres décadas, Jorge Montes vivía uno de los momentos más duros a los que se puede enfrentar una familia: la muerte de un hijo. Jorge Luis tenía 37 años y un derrame cerebral acabó de forma repentina con su vida. El joven había ido a ver un partido de la selección de fútbol y nada hacía presagiar la tragedia que le sobrevenía. Cuando estaba tomando algo con sus amigos en la zona del Auditorio, en Oviedo, comenzó a sentirse mal y cayó desplomado. Lo llevaron al Hospital Central, donde fallecería horas después. Llamaron a Jorge Montes, su padre, que se encontraba de viaje (era representante de una multinacional y viajaba mucho por todo el país). «Cuando llegué mi hija, Sonia, me lo dijo claramente en la habitación del hospital: 'papá, aquí no hay qué hacer, pero la muerte de Jorge Luis puede valer para que otras personas vivan'. Fue duro, pero no lo dudé».
Jorge y su familia poco sabían de lo que suponía donar órganos, y para nada sospechaban en aquel 1994, año que se llevó a su Jorge Luis, que tres primaveras más tarde sería él quien se vería del otro lado, esperando por un trasplante cardíaco. Jorge Montes había sufrido un trasplante y su corazón quedó dañado en un 90%. Aquella operación, la del recambio de corazón, se llevó a cabo en La Coruña en el Hospital Juan Canalejo, de A Coruña, el 9 de mayo de 1997, ya que por aquel entonces Asturias aún no contaba con Unidad de Trasplantes Cardíacos. Casualidades del destino quisieron que la fecha de trasplante de Jorge Montes coincidiera con el cumpleaños de su hijo fallecido.
«No me dio ni un problema»
Él se sobrepuso al inmenso dolor de la pérdida, lo hizo «como pude, porque nadie te enseña como despedirte de un hijo», pero a casi tres décadas de aquello insiste en que «donar es algo bello ya que permite salvar vidas». Jorge celebra hoy un día muy especial: los 26 años con su 'segundo corazón'. «Cada 9 de mayo es para mí una fecha muy especial y me gusta celebrarla y aprovechar para insistir en la importancia de donar órganos».
El de Jorge Montes, asturiano nacido en el pueblo de Coya, en Piloña, hace 90 años, es además, un caso excepcional, ya que es de los pocos españoles que reúnen las dos condiciones de ser 'donante' y receptor. «Estoy muy contento, pese a los achaques propios de la edad, pero tengo que confersa que el nuevo corazón no me dio ni un solo problema», cuenta entre risas este ovetense que desde hace un tiempo vive en una residencia ubicada en el centro de Oviedo. Desde allí, y echando mano de las redes sociales, sigue promocionando y trabajando por la donación. «El trabajo que hace el equipo de trasplantes del HUCA es maravilloso». Hace unos pocos días «tuve consulta en el hospital con la doctora Beatriz Molina, y me dijo que el corazón están fantásticamente».
Jorge se ha hecho una camiseta alusiva, que luce orgulloso junto a sus compañeros de residencia. El dibujo de un corazón rojo pintado y la fecha del aniversario para soplar las velas de sus nuevos latidos que siguen latiende casi con la misma fuerza que hace 26 años.