Fade advierte de que la ley de empleo público no resuelve la sobredimensión de la Administración
l exceso de burocracia y el escaso avance en la digitalización fueron otros de los reparos planteados por la patronal en la Junta
El proyecto de ley del Principado de Empleo Público -que prepara el Gobierno regional como uno de los ejes de la reforma integral a la ... que el equipo de Adrián Barbón quiere someter a la Administración regional- no convence a la patronal. Alberto González, director general de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), advirtió ayer de que la normativa que se tramita en estos momentos en la Junta General tiene puntos débiles que impiden dotar al Principado de la eficacia y eficiencia que se persigue. Cuestiones claves, anotó, para que la Administración pública «no entorpezca» a la actividad económica, ni se convierta en un «elemento disuasorio» de la misma.
Concretamente, durante su comparecencia en la Comisión de Administración, Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, en la que la patronal participó a propuesta del grupo parlamentario Ciudadanos, González puso varios reparos a la nueva ley: la excesiva burocratización de la Administración pública, los escasos avances en materia de digitalización y su elevada dimensión.
El empresario inició su comparecencia advirtiendo del peso cuantitativo que el sector público tiene en Asturias, señalando que aporta el 27% de los asalariados de esta región, y poniendo énfasis en su reflejo sobre los presupuestos autonómicos, puesto que se lleva el 36% del mismo. Y concluyó su intervención, en respuesta a una cuestión planteada por el diputado popular Javier Brea, asegurando que «no necesariamente» una mayor dimensión de la Administración garantiza la «eficacia y eficiencia» que se persigue. «Al contrario -añadió- una administración más manejable podría ser más barata y más eficiente». Eso sí, la patronal entiende que la redimensión de la Administración debe ir aparejada de menos burocracia y más digitalización, cuestiones que tampoco quedan resueltas con la nueva ley.
El Estado convocará 29.578 plazas, la OPE mayor de la historia
El Gobierno ha llegado a un acuerdo con las principales centrales sindicales de la Administración Pública estatal (CSIF, CC OO y UGT) para materializar la convocatoria de 29.578 plazas de funcionarios a través de distintos procesos de oposición que se llevarán a cabo en los próximos meses, cuando el Ejecutivo autorice definitivamente la Oferta de Empleo Público para 2022.
Esas casi 30.000 plazas supondrán la mayor oferta de plazas de funcionarios de la historia, al no estar incluidas en esa cifra las correspondientes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estados o Administración de Justicia. De todas ellas, 15.888 serán plazas nuevo ingreso (un 29% más que las convocadas en 2021), entre las que se incluyen de forma específica 1.150 para nuevos servicios en la Seguridad Social y prestaciones como el IMV. Otras 9.591 plazas serán de promoción interna (un 1,8% más); y las otras 4.100 irán destinadas a completar procesos de estabilización del personal interino del Estado.
Sobre el primer punto responsabilizó en primer lugar al legislador, por someter al ciudadano a una excesiva normativa, pero señaló que existe margen de mejora a través de esta nueva normativa para mejorar la capacidad organizativa de la Administración regional. En relación a la digitalización, González alertó de que «no se están dando los pasos necesarios» por parte del Principado de Asturias pese a que «vamos hacia un mundo en el que el entorno digital es inevitable».
Sistema de incentivos
Tanto González como el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres, quien también intervino en la Comisión a propuesta de Ciudadanos, aplaudieron la incorporación en la nueva ley de Empleo Público del sistema de incentivos con el que el Principado pretende premiar al funcionario más efectivo y motivar así una mayor productividad. Sin embargo, su defensa de este sistema de retribuciones complementarias choca frontalmente con la opinión del grueso de los sindicatos que ayer también comparecieron en la Comisión, y que coincidieron en advertir del riesgo de este tipo de «premios». Fue especialmente crítico con este planteamiento Joaquín Arce, en representación de CC OO, quien intervino a propuesta de IU, y que rechazó el sistema del «palo y la zanahoria» que en su opinión se quiere implantar con la nueva ley. Argumentó que quedaría a discreción del «consejero de turno» el reparto del complemento de productividad, convirtiéndose en «fuente de conflictos y clientelismos». También Javier Álvarez Villa, en representación de la asociación Conceyu por Otra Función Pública, manifestó serias dudas sobre que este tipo de complementos puedan mejorar el funcionamiento de la función pública. Igual de polémico resulta la creación de la figura del subdirector general, aplaudida por Paniceres para una «gestión ágil, rápida y competitiva», frente a la postura de los sindicatos, que entienden que únicamente busca favorecer la creación de más puestos de libre designación.
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