Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO

«Los fármacos por sí solos no valen para dejar de fumar. Junto con terapia, lo logra el 40%»

La prescripción de los medicamentos conlleva la obligación de acudir a un programa de deshabituación tabáquica

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Jueves, 5 de marzo 2020, 01:38

Comenta

«La gente cree que tomando el medicamento deja de fumar, pero esa no es la realidad. Con los fármacos solo lo consigue el 10%». El médico José Manuel Iglesias, coordinador del grupo de atención al tabaquismo de la Sociedad Asturiana de Medicina Familiar y Comunitaria (Samfyc), es rotundo. La pastilla de Champix o de Zyntabac, por sí sola, no hará que un paciente abandone el hábito. La confianza ciega en su efectividad, y sobre todo el hecho de que, desde principios de año, estén financiados por el sistema público está llevando a decenas de fumadores a pedir una cita en las unidades especializadas de tabaquismo del Principado. Hasta el punto de que, en apenas dos meses, ya han visto tantos pacientes como a lo largo de todo el año pasado. Lo que aclara Iglesias es que, para prescribir estos fármacos, es condición indispensable participar en un programa de deshabituación. Con la combinación de ambos, del medicamento y la terapia, las probabilidades de éxito aumentan hasta un 40% de media. «La diferencia es considerable», anota el médico.

«La adicción dura siempre»

Nadie dijo que dejar de fumar fuera fácil. «La adicción dura para siempre, no se cura. El tabaco es mucho más adictivo a nivel cerebral que la cocaína o la heroína. Es algo que la gente desconoce».

Lo que se hace con los fármacos (que se toman durante tres meses, desde una semana antes de dejar de fumar) es actuar sobre el síndrome de abstinencia, pero después es importante dar al paciente las herramientas suficientes para saber evitar el hábito y una posible recaída. Ahí entra en juego la terapia cognitivo-conductual que se lleva a cabo a lo largo de varios meses. En la unidad especializada de tabaquismo del Área Sanitaria IV, el método de trabajo es el siguiente: durante las cuatro o cinco primeras semanas, el paciente ha de acudir a una consulta presencial cada semana. También al mes de haber dejado de fumar. A los tres meses, a los seis y al año, el seguimiento ya se puede realizar por teléfono, incluso vía whatsapp.

En las primeras sesiones se trabaja con el paciente en encontrar actividades que permitan desautomatizar el hábito de fumar. «Porque fumar se hace de forma automática, como una rutina, después de comer, después de cenar..., y recaen porque en cuanto ven un cigarro, lo cogen».

Las alternativas que les plantean son muy básicas: beber agua, mascar chicle o hacer ejercicios de relajación. Ya, cuando se ha conseguido dejar de fumar, los esfuerzos se centran en aplicar técnicas para evitar las recaídas. Los pacientes tienen que analizar, además, cuáles son las situaciones de más riesgo, aquellas en las que saben que acaban fumando, para poder prevenirlas. Porque, advierte Iglesias, «no es verdad que por un cigarrillo no pasa nada. Con un cigarrillo, recaes».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «Los fármacos por sí solos no valen para dejar de fumar. Junto con terapia, lo logra el 40%»