Faustino Blanco, un mes como director de la Finba

Lo abultado de la cifra tampoco gustó al Gobierno regional -que, precisamente a los pocos días del nombramiento de Blanco, congelaba el sueldo de sus altos cargos por «solidaridad» con los sectores más castigados por la pandemia- y así se lo hicieron saber. Habría sido esa incomodidad manifiesta en el entorno de Presidencia la que habría llevado a Blanco a optar por dar un paso atrás. Según él, con la intención de no dañar la imagen de la entidad ni al Principado.

Esa fue al menos la justificación que dio ayer a los miembros del patronato, al que pertenecen el propio Gobierno regional -a través de las consejerías de Salud y de Ciencia-, la Universidad y el Ayuntamiento de Oviedo y una nutrida representación del sector empresarial privado. Por su parte, los patronos volvieron a manifestar su apoyo unánime a su nombramiento, tal y como hicieron el pasado 10 de noviembre, y le instaron a reconsiderar su decisión. Sin éxito. El siguiente paso que pretende dar los patronos es solicitar una reunión al Principado para tratar de aclarar esta cuestión.

Lo hacen preocupados por el delicado momento en que la Finba, el paraguas del Instituto de Investigación Biomédica y Sanitaria en el Principado (Ispa) bajo el que trabajan cerca de 800 investigadores, se queda descabezada. Porque este mes debería cerrarse el presupuesto del próximo año y, lo más importante, presentar la solicitud de acreditación por el Instituto Carlos III, objetivo prioritario que se persigue desde hace años.

El nombramiento de Faustino Blanco como director de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria tuvo lugar el pasado 10 de noviembre. Tanto su nombre como la retribución como director fueron propuestos por el presidente del patronato, Blas Herrero, y aceptados por unanimidad por todos los patronos en sendas reuniones celebradas en noviembre. Si en la primera, el empresario destacó la «gran labor investigadora» del médico gijonés, de 66 años (cumple los 67 el día 27 de este mes), en la reunión en la que trasladó el detalle de las retribuciones, Herrero habría hecho referencia nuevamente a la talla profesional de su candidato y al hecho de que, en su anterior puesto en el Ministerio de Sanidad, venía percibiendo algo más de 112.000 euros.

Hay otro aspecto más que ahonda en esta polémica. El anterior director de la Finba, Enrique Caso, salió en 2017 de un proceso de selección al que concurrieron más de cincuenta candidatos. Esta vez, en cambio, se optó por una designación directa.

El nombramiento de Blanco también fue puesto en tela de juicio por el grupo parlamentario de Podemos. En una de las últimas comparecencias del consejero de Salud, el diputado Daniel Ripa interrogó a Pablo Fernández sobre esta cuestión. En concreto por quién había decidido su designación. A su entender, podía haber cierto conflicto de intereses en ello. «No lo voy a definir como puerta giratoria, pero bueno...», dejó caer Ripa tras recordar que fue precisamente Blanco quien, siendo consejero de Sanidad, impulsó y promovió una «inversión millonaria» para poner en marcha la Finba. Ayer, este mismo diputado decía entender por qué la Consejería de Salud no había respondido ni en la Junta ni por escrito a sus preguntas sobre el sueldo y las condiciones en que había sido contratado Faustino Blanco. «Su nombramiento fue un escándalo y sueldo, escandaloso. Su salida de la Finba era necesaria», se felicitó.