Villaviciosa pone el azabache a prueba contra imitaciones en la Feria de Muestras

Fue el astrónomo, químico y matemático Ptolomeo quien, en época romana, descubrió la capacidad del azabache para cargarse eléctricamente, a similitud del ámbar. Y fue posiblemente eso lo que ya desde entonces llevó a otorgarle un carácter mágico a este mineral, que durante siglos judíos, mahometanos y cristianos han asociado a la defensa del 'mal de ojo'. ¿Quién no tuvo a lo largo de su vida una pequeña 'figa' (o cigua) negra representando un puño cerrado? Y es que la fuerte creencia en su carácter protector llevó incluso en la gran época de la emigración a que azabache de las minas de Asturias cruzara el charco hasta lugares como Cuba o Florida para seguir desempeñando allí su mágica labor.

Poderoso o no, lo cierto es que su uso en joyería sigue más que vivo, con el problema de que «al haber poco material, muchas veces se están vendiendo a precio de azabache otros materiales más baratos como el lignito». Por eso esta domingo la Asociación Azabache Jurásico de Villaviciosa animaba a quien quisiera pasarse por el estand del ayuntamiento maliayo a comprobar la autenticidad de su azabache gracias a un test de 'triboelectricidad'. Pese a su complejo nombre, se trata de un simple 'kit' que cualquiera podría montarse en casa, con un poco de goma EVA y diminutos trozos de papel. «Frotamos el azabache en la goma EVA, y si es auténtico se cargará electroestáticamente, por lo que al acercarlo a los papeles se pegarán a él», explicaba Lorena Costales, miembro de la asociación, apelando a lo que ya hace dos mil años certificó Ptolomeo.

Dejando de lado el malestar que podría causarle a cualquiera haber pagado de más por un material distinto al prometido, Costales destacaba cómo además el azabache, a diferencia del lignito, no se fractura, lo que demostraba a los visitantes con un muestrario que contenía piedras pulidas de ambos materiales, la de lignito con evidentes marcas de golpes y del paso del tiempo y la de azabache siempre reluciente. La Asociación Azabache Jurásico de Asturias, que preside Svetlana Poutilina, mostraba además un expositor con reproducciones a escala de puños de azabache de los siglos XVI a XVIII, brazaletes romanos y cuentas de collar de la época megalítica.

Esta actividad fue el punto de arranque a una intensa programación en el estand del Ayuntamiento de Villaviciosa, que se estrena con espacio propio en la Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma). Este lunes cederá un espacio a la Fundación José Cardín Fernández para que pueda acercar al público actividades que impulsa en el municipio, como el autobús que recorre sus monumentos románicos o la exposición 'Anaglypho', con esculturas de Pablo Maojo y fotografías de Marcos Morilla, que ahora mismo se exhibe en su sede. A lo largo de estos primeros días de Feria, además, el estand albergará presentaciones como la del programa de fiestas del Portal, la del cartel del Festival de la Manzana, la del Festival Internacional de la Gaita, la del Desembarco de Carlos V y la de la nueva equipación del Lealtad en su regreso a Segunda Federación. También pasarán por él la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa, el Rodiles Fútbol Sala Femenino y el Grupo de Acuarelistas Nieblastur. El jueves 14 de agosto, además, la Fidma celebrará por primera vez el Día de Villaviciosa.

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