«Zitrón genera riqueza en Asturias y va a seguir apostando por la región»
Ejemplo de gestión. La empresa familiar gijonesa recibe el Premio Ateneo Jovellanos al Desarrollo Económico-Industrial por sus 61 años de trayectoria
La de Zitrón es una historia de superación. Nació en 1963, de la mano de Aurelio Fernández-Escandón y Joaquín Cortina, como una empresa dedicada al diseño y la producción de equipos para la minería, pero pronto se encontró con la crisis del sector en Asturias y se vio obligada a renovarse para sobrevivir. Más adelante, en la década de los 90, volvió a atravesar otra etapa decisiva –ya en manos de Antonio Fernández-Escandón, ingeniero de minas e hijo de Aurelio– en la que tuvo que hacer frente a la pérdida de la mitad del capital social de la compañía. Pero nuevamente logró realizar una apuesta decidida que le permitió continuar adelante.
Por eso el Ateneo Jovellanos ha decidido otorgar este año el XIX Premio al Desarrollo Económico-Industrial a Zitrón. Porque además de ser una «empresa emblemática» en la región, supone «un ejemplo de gestión, actividad y cultura empresarial», destacó el presidente del Ateneo Jovellanos, Álvaro Muñiz.
También «crea valor para Asturias», apuntó. Por un lado, de cara al empresario y al mercado en el que opera, «ya que ha solucionado muchos problemas». Pero también para los propios empleados, puesto que «les facilita un medio adecuado de vida y les permite el desarrollo personal».
Los datos lo avalan. Está presente en los cinco continentes y cuenta con siete centros de producción y 17 filiales que proporcionan empleo a más de 500 personas, de las que 240, prácticamente la mitad, están en España. «Muchas veces nos olvidamos de lo que supone la actividad empresarial en favor de la sociedad, permitiendo el desarrollo adecuado de las personas», remarcó Muñiz.
Internacionalización
No lo dijo en vano. En los más de 60 años que lleva en el mercado, Zitrón ha pasado por todo tipo de vicisitudes, pero ha sabido adaptarse y sobreponerse a todas ellas. Y lo más importante: «Nunca ha dejado de ser una empresa familiar, con sede en Gijón, que genera riqueza en Asturias y que va a seguir apostando por la región», expresó Antonio Fernández-Escandón, actual presidente de la compañía y principal artífice de su éxito.
Cuando llegó a la empresa –cuyo nombre responde a Nietos Ortiz (segundo apellido de la familia) escrito al revés, algo que, aseguró, «sabe muy poca gente»– tuvo que tomar decisiones importantes que marcarían el devenir del negocio familiar. Primero fue la crisis de la minería, con la que se aventuró a llevar a cabo el proceso de internacionalización de la empresa enfocando el negocio al diseño y fabricación de sistemas de ventilación para túneles de carreteras y ferrocarriles.
Aquello salió bien, pero diez años más tarde una compañía minera suspendió pagos y perdieron más de la mitad del capital. «Pasábamos por un cierre progresivo de la minería y yo era un joven que sólo llevaba diez años en la compañía, pero tenía que tomar decisiones: cerrar y perder cuarenta años de trabajo o continuar».
Empezaron entonces a recorrer ferias del sector por España y Francia y acabaron creando el banco de ensayos aerodinámicos más grande del mundo, con cien metros de largo y una sección transversal de 52 metros. Aquello supuso una inversión de más de cuatro millones de euros, la mayor de la compañía, para un banco de ensayos que «no producía, pero servía para decir a nuestros clientes que lo que hacemos, lo hacemos bien», señaló Fernández-Escandón.
«Fue la mayor apuesta que hice y nos sirvió para seguir creciendo en España y en el mercado internacional», recordó ayer con satisfacción, aunque su mayor orgullo es el impacto que la empresa tiene en Asturias. «Las exportaciones representan el 95% de la producción total. Por eso digo que trabajamos para Asturias», celebró. Pronto será su hija, Macarena Fernández-Escandón, quien asuma las riendas de la empresa.
La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, reivindicó que es «un claro exponente de la excelencia de las empresas de nuestra región, donde más del 90% son de carácter familiar y acumulan el 60% del PIB». En el acto también estuvieron presentes el vicepresidente primero de la Cámara de Comercio, Pedro López Ferrer; el director general de SabadellHerrero, Pablo Junceda, y la concejala de Hacienda de Gijón, María Mitre.