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Fernández-Miranda ya tiene la plaza que «honra su labor heroica en la Transición»
El alcalde de Madrid afirma que «remediamos una injusticia» y su hijo Enrique subraya que se homenajea al «espíritu de concordia de esa época»
OCTAVIO VILLA / ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS
GIJÓN / MADRID.
Jueves, 4 de marzo 2021, 02:13
Fue un hombre para la concordia, que no era poca labor en los años setenta del siglo XX, y el Ayuntamiento de Madrid remedió ayer ... la «injusticia histórica» que según su alcalde, José Luis Martínez-Almeida, se había cometido en casi todo el país con el gijonés Torcuato Fernández-Miranda, el «guionista de la Transición», según le definió ayer en el acto en el que se puso su nombre de forma oficial a la hasta ahora plaza dela Pradera del Saceral, en el distrito de Fuencarral-El Pardo.
El alcalde quiso hacer de la propia plaza un símil del papel de Fernández-Miranda en el proceso de transición de la dictadura a la democracia en España: «El mejor homenaje que podemos hacer es esta plaza, donde se cruza cada día mucha gente, desde donde podemos ir a muchos sitios, siempre desde la convivencia y el respeto al otro, aunque piense diferente». Recordó Martínez Almeida que en uno de los momentos más tensos del proceso de la Transición «Torcuato Fernández-Miranda salió del Consejo del Reino diciendo que estaba en condiciones de ofrecerle al Rey lo que el Rey le había pedido. Podemos concluir que Torcuato Fernández-Miranda estuvo en condiciones de ofrecerle a los españoles lo que estos reclamaban, un futuro de convivencia, en paz, libertad y democracia».
El acto fue sencillo, pero muy completo y, más de cuatro décadas después de los hechos que constituyen el principal legado de Torcuato Fernández-Miranda, aún contó con la participación de «destacados protagonistas», como los definió el alcalde. En la nueva plaza de Fernández-Miranda, junto a tres de los ocho hijos de Torcuato (Enrique, Fernando y Jesús), sus esposas, varios nietos y sobrinos, entre ellos Juan Fernández-Miranda, autor de la biografía de su tío con el título 'El guionista de la Transición'. También asistieron «protagonistas de la Transición», como los definió Martínez Almeida, como el leonés con honda vinculación con Gijón y Asturias Fernando Suárez, quien fuera miembro de la ponencia que defendió el proyecto de Ley para la Reforma Política; o el también leonés Rodolfo Martín-Villa, ministro de la Gobernación y del Interior en el primer Gobierno de Adolfo Suárez.
También asistieron el ovetense Alfredo Martínez Serrano, jefe de Protocolo de la Casa Real; el gijonés Rafael Puyol, exrector de la Universidad Complutense; el lavianés Ovidio Sánchez, expresidente de la Junta General y del PP asturiano; el también asturiano Adolfo Menéndez, secretario general de la Fundación Princesa de Asturias y exsubsecretario de Estado de Defensa y de Fomento, y el expresidente del Congreso Jesús Posada, así como los portavoces de todos los grupos municipales del Ayuntamiento, a excepción de Más Madrid.
Ante todos ellos, el alcalde, al que acompañaba la concejala de Cultura, Andrea Levy, que fue de quien partió la iniciativa de homenajear a Fernández-Miranda, añadió que la nueva plaza «simboliza muy bien la labor heroica que hizo Torcuato Fernández-Miranda en la Transición, en aquellos años, junto con, principalmente, el Rey Don Juan Carlos, así como con Adolfo Suárez y el conjunto de todos aquellos políticos que hicieron la Transición con la ayuda y el esfuerzo de toda la sociedad española».
Martínez-Almeida se extendió en los méritos de «un gran hombre de Estado», que «hizo el milagro de la Transición. Y ahora se cumplen 45 años del hito jurídico fundamental que hizo posible que España pasase de una dictadura a una democracia plena, la Ley de Reforma Jurídica, una obra de ingeniería jurídica que permitió, efectivamente, pasar 'de la ley a la ley', evitando ese debate tan manido que había sobre si reforma o ruptura».
Puso muy en valor el alcalde que, «para hacer eso, Torcuato Fernández-Miranda tuvo que renunciar a aspiraciones legítimas que cualquiera pudiera haber tenido. Él servía a su Rey y servía a España y a los españoles, y él entendía que, pudiendo ser presidente del Gobierno, no era donde mejor servía a España y a los españoles. Es un sacrificio de un hombre de Estado».
Frenar dos golpes de Estado
El médico y expolítico Enrique Fernández-Miranda tomó la palabra en nombre de la familia como sucesor de su padre en el ducado. Subrayó que «dar el nombre de Torcuato Fernández-Miranda a esta plaza va más allá del homenaje a la persona, que creo que debemos reivindicar con ello la memoria, el recuerdo del espíritu de concordia que presidió aquellos años, espíritu de concordia que hizo posible la Transición, así como las elecciones, la Constitución, el Referéndum, la Monarquía Parlamentaria, cuidando de todos nosotros».
El segundo duque de Fernández-Miranda, que fuera de su discurso recordó que protagonistas de la Transición como su padre, Carrillo o Pasionaria «y otros grandes protagonistas de la Transición ya habían pasado por los horrores del disparate que supuso la gran bofetada que nos dimos los españoles unos a otros durante la guerra civil y sabían bien que se podía volver a ponernos en peligro de repetir eso», añadió que el logro de ese consenso fue «esa Constitución que no solo consagra nuestros derechos y libertades, sino que también la forma de Estado en la Monarquía Parlamentaria, que con los reinados de Don Juan Carlos y de Don Felipe nos hacen disfrutar del periodo más largo de democracia y de libertad de la historia de España. El periodo más largo de democracia».
También, ciñéndose a la actualidad política, Enrique Fernández-Miranda aprovechó para traer al presente el valor de la labor de su padre, puesto que las herramientas políticas generadas en la Transición han servido para sustentar la labor de la Jefatura del Estado en los momentos de mayor desafío político: «Nuestros Reyes, además, y se ha conmemorado recientemente el 40 aniversario del 23-F, tienen la necesidad y habilidad de parar golpes de Estado. Desde el 23 de febrero para defender la Constitución; el del 3 de octubre de 2017 para defender la Unidad de España ante la declaración unilateral de independencia de los secesionistas catalanes».
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