Zapico tendrá conexión diaria con la vicepresidenta y una comisión de los partidos vigilará el pacto

Las conversaciones consolidaron una dinámica de trabajo que las partes quieren preservar. La intención es que Zapico despache el día a día del Gobierno con la vicepresidenta, puesto para el que la vicesecretaria general de la FSA, Gimena Llamedo, suena con más fuerza. El sistema crea un espacio de interlocución en el Ejecutivo, preservando la capacidad de arbitrio del presidente.

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De confirmarse Llamedo para la vicepresidencia, la conexión entre socialistas y Convocatoria reposaría en las mismas personas que supieron entenderse para pactar el gobierno, los últimos cuatro presupuestos y el apoyo de IU en la investidura de la legislatura pasada.

Fuera del Ejecutivo, la idea es que FSA y Convocatoria constituyan una comisión de seguimiento del acuerdo, formato que IU y los socialistas tuvieron en Gijón el mandato anterior.

Tocará también reordenar cada casa. Zapico acumula portavocía del grupo parlamentario, acta de diputado, coordinación de IU y puesto de consejero. En la coalición dan por seguro que renunciará a la portavocía parlamentario, siendo la opción más inmediata que la asuma el diputado Xabel Vegas en solitario o compartiéndola con Delia Campomanes. La decisión se tomará en el seno de Convocatoria; una eventual renuncia al acta implicaría la entrada como diputada de Nuria Rodríguez, con un bagaje en la Junta a considerar.

En la FSA la llegada de Llamedo al Ejecutivo podría implicar su renuncia a la vicesecretaría general, en aplicación del principio de Barbón según el cual los consejeros del Principado no formen parte de la ejecutiva del partido, o, en el caso del vicepresidente, no con área propia.