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Raquel Sánchez, nueva ministra de Transportes. EFE

El Gobierno central pagará 2.300 millones para rebajar un peaje gallego

La ministra de Transportes se estrena aprobando la mayor bonificación en una autopista mientras el Huerna sigue a la espera

R. MUÑIZ

GIJÓN.

Miércoles, 14 de julio 2021, 04:32

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El Consejo de Ministros aprobó ayer un acuerdo mediante el cual el Gobierno central asume desembolso de «más de 2.300 millones» hasta 2048 para financiar rebajas en el peaje de la autopista gallega AP-9. El esquema de descuentos del que se beneficiarán sus usuarios «no sólo no tiene precedentes en nuestro país, sino que es el mayor de la historia en una autopista en Galicia y en España», según reconoció el Ministerio de Transportes, desde el lunes liderado por Raquel Sánchez en sustitución de José Luis Ábalos.

Para vehículos ligeros la bonificación es del 100% en el viaje de vuelta si se realiza en el mismo día, se libera un tramo, hay un descuento global del 20% al final del mes para usuarios recurrentes, y una bonificación adicional del 50% entre Vigo y Tui. Los camiones además del tramo liberado tendrán una rebaja del 20% en las tarifas.

Galicia adelanta así a Asturias en la pugna por lograr alivios para sus respectivos peajes. Las bonificaciones logradas son fruto de los años en los que en la comunidad vecina la AP-9 ha sido un permanente caballo de batalla política, al punto de fraguar un consenso estable para reclamar su rebaja y traspaso a la Xunta.

En Asturias el Gobierno regional anunció a mediados de 2019 que daba por imposible luchar por la gratuidad total de la autopista del Huerna (AP-66) pero que daría la batalla para ampliar las bonificaciones a camiones. Transportes no opuso reparos siempre que los descuentos los financiara el Principado, algo que el Gobierno regional consideraba inviable. Su nuevo objetivo, expuesto en la Alianza de las Infraestructuras, es aprovechar la situación para ampliar las bonificaciones con el Presupuesto General del próximo año.

Las comparaciones alimentan el debate. La AP-9 es una autopista de primera generación, como la AP-66. En ambas se amplió el plazo de concesión, si bien la gallega lo terminará en el 2048, mientras la asturleonesa tiene hasta 2050. Al final las dos habrán pasado el mismo tiempo bajo explotación privada: 75 años.

Según el último informe del ministerio, con datos de 2018, Aucalsa cobraba en el Huerna la tercera tarifa más cara del país, mientras que Audasa ocupaba el decimosegundo lugar. En la AP-66 se abona un promedio de 0,162 céntimos por kilómetro mientras que los precios de la AP-9, era un 24,8% más barato (0,1217 euros el kilómetro).

Hay datos para el agravio, pero también elementos a considerar. En la AP-9 no había descuentos. En el Huerna el ministerio viene financiando bonificaciones, del 30% en pesados y 50% en ligeros a partir del tercer viaje al mes. El presupuesto vigente reserva 4,3 millones para hacer frente a los primeros, mientras el descuento a los vehículos ligeros no le cuesta más de 1,8 millones.

Obras en los túneles

Existe otra variable. España tiene un buen número de túneles de autopistas incumpliendo la normativa comunitaria en materia de seguridad en este tipo de infraestructuras. En el caso del Huerna la inversión para mejorar los tubos es de unos 79 millones, esfuerzo que la concesionaria viene advirtiendo que le daría derecho a «compensaciones». Es decir, que de afrontar el desembolso precisaría ampliar el periodo concesional o las tarifas para equilibrar las condiciones del contrato, según su versión.

«Hemos conseguido que el ministerio asuma la obra», anunció el presidente del Principado, Adrián Barbón, en Canal 10. Según reconoció, si la obra la hacía «la concesionaria, lo va a repercutir en los particulares».

Con todo, la aprobación de bonificaciones en una autopista acentúa el desequilibrio territorial de un sistema que penaliza a regiones como Asturias.

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