Cabranes recurre a la reciella en un plan piloto para prevenir incendios forestales

Es una experiencia piloto que se llevará a cabo en el monte L'Arbazal, en la parroquia rural de Pandenes del concejo de Cabranes, para prevenir incendios forestales. El proyecto parte de la propia pedanía -aunque también participan Ayuntamiento, Principado y Ministerio de Transición Ecológica- y el objetivo es involucrar a la comunidad vecinal en la protección de un bosque. Para ello, recurrirá a un sistema tradicional: el pastoreo de cabras dentro de los propios lindes y con medios propios.

Un vecino de la zona aporta las cabras y las ovejas, se ocupará de su manejo y del mantenimiento del espacio, que ha sido cedido por la parroquia. Previamente, las brigadas de labores preventivas del ministerio se han encargado del desbroce perimetral de quince hectáreas y el Principado ha instalado un sistema de pastor eléctrico.

«Con ello, se consigue mantener limpia la zona y establecer una faja de protección», señaló en la presentación el director general de Infraestructuras Rurales y Montes, Fernando Prendes, quien destacó el beneficio de la reciella en la práctica ganadera, enfocada al forraje del rebaño y la prevención de incendios. «Su aplicación es sencilla en concejos como Cabranes, donde no hay grandes problemas con el lobo», añadió. «Sin embargo, la idea es extender esta experiencia a otras zonas de la región. Hay que buscar otros medios de protección como se esta haciendo en Somiedo, con otros sistemas de cierres más eficientes». La inversión total no supera los 5.000 euros.

El alcalde de Cabranes, Gerardo Fabián -que estuvo acompañado del presidente de la parroquia rural de Pandenes, Humberto Vigil-, señaló que «este proyecto se aplicará en otras zonas del municipio. Tiene una doble función muy favorable: una parte, la limpieza del monte y, por otra, servir de pasto para el ganado».