«Antes subíamos contentos a los Picos, ahora vamos de cara a la muerte con nuestros animales»

Cumpliendo con una tradición ancestral, los pastores de los Picos de Europa subieron ayer su ganado menor a los pastos donde permanecerán hasta el otoño. Como cada primero de junio, ganaderos y reciella dejan atrás los valles y caminan durante horas para alcanzar las majadas donde también elaborarán queso Gamonéu del puertu durante los próximos meses. A una semana de cumplir los 73 años, el cangués Antonio Fernández es la voz de la veteranía en la Montaña de Covadonga, a donde acude desde niño. «Antes el primer día de junio subíamos contentos, ahora vamos de cara a la muerte con nuestros animales», contó el pastor mientras remontaba la empinada carretera de los Lagos guiando un rebaño de 120 ovejas. Fernández regresa con sentimientos encontrados, entre la «ilusión» y la «pena», pero dispuesto a «no bajar en todo el verano, a no ser que sea por una urgencia o por ir al médico». Hoy mismo comenzará a elaborar Gamonéu en la Quesería Gumartini, junto a su hermana Covadonga y su cuñado Manolo Valle. «Entre el matorral y el lobo estamos muy mal. El año pasado nos abrasó, hubo noches de matar hasta cuatro cerca de la cabaña, pero es que también mata abajo, entra en las fincas», explicó Valle, que se encargó de subir un centenar de cabras.

También en Gumartini pasa la temporada el más joven de los elaboradores de Gamonéu del puerto, José Luis Alonso, de 26 años. «Ya había ganas de subir los animales», dijo el pastor, quien reconoció, no obstante, volver con «miedo». «Los mastines son efectivos, pero no la solución, como tampoco los cierres. Nadie pide que los exterminen, pero hay que quitar lobos», instó el joven, con un rebaño de 300 ovejas, 100 cabras y 18 vacas.

A la vertiente canguesa de los pastos de los Picos llegarán esta temporada 730 ovejas y 354 cabras, cifras prácticamente idénticas a las de 2020, cuando se contabilizaron 728 reses de ganado lanar y 354 de caprino. «No hay mucha diferencia en número porque los cuatro rebaños grandes se mantienen para la elaboración de queso Gamonéu, pero cada vez con más dificultades», explicó el concejal de Ganadería de Cangas, Gonzalo Suero. En el caso de Onís, son 746 las ovejas y 975 las cabras inscritas para este año. Respecto al pasado, supone una pérdida de 279 ovejas, si bien las cabras aumentan en 166 ejemplares. En el conjunto de puertos de Asturias, pastarán 20.968 cabezas de ovino y caprino, un 4,5% menos.