Miles de alumnos asturianos, llamados a la huelga este viernes
PAU ·
El Sindicato de Estudiantes ha convocado manifestaciones en todo el país como protesta por no contar aún con modelos de exámenes de la nueva selectividadP. Pérez / E. P.
Gijón
Jueves, 10 de octubre 2024, 18:37
Los 5.000 alumnos asturianos que a principios de junio se enfrentarán a la nueva Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) aún no saben cómo va a ser el examen que determinará su futuro. La incertidumbre ha llevado al Sindicato de Estudiantes a convocar para este viernes una huelga en todo el país para reclamar modelos que les permitan preparar los exámenes. Están llamados a parar los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato y Formación Profesional (FP). Además, habrá concentraciones a las 12 en La Escandalera, en Oviedo, y en la plaza del Parchís, en Gijón.
«A pesar de que llevamos casi un mes de curso, la única información que tenemos es que los exámenes de la PAU se celebrarán los días 3, 4 y 5 de junio. Ya está. Esto es todo», protesta el Sindicato de Estudiantes. La organización estudiantil critica que el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes y las consejerías educativas «están manteniendo un silencio intolerable» ya que, en lugar de presentar los cambios y novedades antes de arrancar el curso, permitiendo a los profesores preparar bien los contenidos académicos, y garantizar que los estudiantes tengan facilidades para preparar esta prueba, a principios de octubre todavía no saben «nada».
«Y cuando pedimos explicaciones y salimos a las calles a protestar, como hicieron nuestros compañeros y compañeras en Murcia, somos respondidos con una brutalidad policial mayúscula. ¿Cómo es posible que se trate así a estudiantes pacíficos? Decenas de antidisturbios, pelotas de goma, porrazos y jóvenes en urgencias, ¿así es como se responde a las legítimas demandas estudiantiles?», se pregunta el Sindicato de Estudiantes.
«El Ministerio de Educación y las Consejerías educativas se están riendo en nuestra cara y están jugando con la salud mental y el futuro de decenas de miles de estudiantes, añadiendo todavía más dificultades, más estrés y más incertidumbre a una prueba cuya razón de ser es convertir el acceso a la Universidad en un privilegio de clase», añade.