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Imagen de uno de los incendios en Cangas del Narcea. SEPA

Asturias eleva la alerta y el ejército acude en su ayuda para combatir once incendios

Los vecinos del Alto del Acebo, en Cangas del Narcea, pasaron la noche en vilo asediados por una llamas que fueron controladas a primera hora de la mañana. La región, que está en situación 2 de emergencia y cuenta con la ayuda de la UME, tiene once focos activos

Miércoles, 13 de agosto 2025

Once incendios forestales a la vez en distintos puntos de la geografía asturiana, algunos de ellos tan cerca de las casas que se llegó a valorar la evacuación de algunas viviendas, pero al final no se llegó a ese extremo. Pero sí fue suficiente como para que el Principado elevara el grado de emergencia del plan de extinción de incendios de la región (Infopa) hasta el nivel 2 de los cuatro que lo conforman. Y una alerta suficientemente elevada como para que el Gobierno de Asturias pidiera la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de la Brigada de Refuerzo. Porque buena parte de Asturias no durmió durante la noche del martes, especialmente en Cangas del Narcea, donde dos incendios, uno en la zona del santuario del Acebo y otro por Genestoso, mantuvieron en vilo a vecinos y a los servicios de emergencias ante el riesgo de que las llamas pudieran llegar a las poblaciones.

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Fueron estos focos, sin duda, los que más preocuparon a los servicios de emergencia. Pero no no los únicos registrados. Este miércoles, los más de 200 efectivos desplegados en la región luchaban contras las llamas de una decena de inceendios que devoraban montes y pastos en los concejos de Allande, Cabrales, Cangas del Narcea, Caso, Coaña y Quirós.

Imagen tomada durante la madrugada por la Unidad de Drones del SEPA en la localidad de Castro de Limés, en Cangas del Narcea.

Fue la noche del martes al miércoles muy «larga» y muy complicada en Cangas del Narcea debido al viento, que durante la madrugada complicó y mucho las labores de extinción del incendio en la zona de Cobos y Limés, en las cercanías del puerto de El Acebo, en Cangas del Narcea. Un fuego que llegó a amenazar a algunas aldeas y que obligó al consejero de Movilidad, Medio Ambiente y Gestión de Emergencias, Alejandro Calvo, a elevar la alerta. Así, a las 4.46 horas de este miércoles el Principado pasaba al nivel 2 de emergencia del Plan de Incendios Forestales del Principado de Asturias (Infopa) y solicitó la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Controlado este incendio a primera hora de la mañana, las llamas volvían a atacar a Cangas del Narcea. El fuego no entiende de fronteras y por Genestoso entraba toda una procesión de devastación procedente de uno de los incendios que estos días asolan León. En concreto de la localidad de Orallo, en el corazón de la vecina comarca leonesa de Laciana. Allí se desplegarón 69 militares y 25 vehículos de la UME, que se sumaron en las tareas de extinción a los bomberos del Servicio de Emergencias delPrincipado (SEPA) de Cangas del Narcea e Ibias.

La Consejería de Movilidad,Medio Ambiente yGestión de Emergencias desplegó en el recinto ferial e La Imera, en Cangas delNarcea, el puesto de mando avanzado del SEPA. A primera hora de la mañana se desplazó hasta el lugar el consejero,AlejandroCalvo, al que acompañó el alcalde del concejo, José Luis Fontaniella. Ambos reconocieron que había sido una madrugada de «nerviosismo» en la que el «riesgo para la población fue real» por la cercanía de las llamas, aunque, por suerte, se consiguió «salvar la situación». Clave para ello fue la actuación de al menos un centenar de efectivos y la colaboración de los vecinos, que estuvieron «acorralados por el fuego» en algunos núcleos como Fonceca, Ponticiella o Castro de Limés, según relató el alcalde de Cangas, que también aseguró que, a pesar del aviso del riesgo, incluso para sus vidas, decidieron quedarse a ayudar en la lucha contra las llamas.

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Los cuatro niveles de emergencia por incendios

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Representa el nivel más bajo de emergencia. Se activa cuando existen uno o varios incendios forestales simultáneos que pueden ser controlados con los medios y recursos asignados al plan. No supone un peligro inmediato para la población ni requiere medidas extraordinarias más allá de los recursos habituales.

1

Se declara cuando uno o varios incendios pueden afectar levemente a la población o bienes, requiriendo medidas de vigilancia, control y posible refuerzo de medios. Implica una mayor coordinación y movilización de recursos, como helicópteros, bomberos, empresas forestales y, en algunos casos, apoyo externo (por ejemplo, del Ministerio para la Transición Ecológica).

2

Se activa cuando los incendios presentan una mayor gravedad, con riesgo significativo para la población, bienes o el medio ambiente, y requieren una respuesta más compleja. Puede implicar la movilización de recursos externos, como la Unidad Militar de Emergencias (UME), debido a complicaciones como fuertes vientos o la simultaneidad de múltiples focos.

3

Es el nivel más alto de emergencia. Se declara en casos de incendios forestales de extrema gravedad que afectan gravemente a la población, bienes o al medio ambiente, superando la capacidad de respuesta de los recursos regionales y requiriendo una intervención masiva, posiblemente con apoyo nacional o internacional. No ha sido activado nunca hasta el momento, lo que indica que es reservado para situaciones excepcionales.

Aún con el susto en el cuerpo, el consejero confirmó que a primera hora de la mañana ese incendio, el que más preocupaba a las autoridades de los diez activos, se encontrab «estabilizado», con los servicios de emergencias «vigilantes ante posibles réplicas».

Advertía Alejandro Calvo ya a esa hora de que los ojos se dirigían a la vecina León, «ya que se teme que dos de los fuegos» que asolan la provincia llegaran al Principado. Se trataba de los de Páramo de Sil y el de Orallo, que ya afectaba este último a Genestoso. Fueron unas palabras proféticas. A las 13.03 horas, el SEPA informaba del despliegue de la UME en esa zona.

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Alejandro Calvo hizo un llamamiento a la responsabilidad para evitar la propagación de incendios, ya que existe un índice de riesgo alto o muy alto en gran parte de la comunidad. «En estos momentos, con las condiciones de sequía, de temperatura y de humedad, pueden producirse fuegos incluso por causas accidentales. Debemos extremar la precaución, porque estamos en niveles máximos de riesgo», ha advertido.

Anoche, permanecían activos en Asturias diez incendios. En Allande, los bomberos tenían controlado un foco enLago; en Cabrales, en la zona de Camarmeña, permanecía activo un fuego en Camarmeña que obligó a cerrar, el martes, la ruta del Cares; en Cangas del Narcea los efectivos delSEPA trabajaban en labores de refrigeración de un incendio en Cobo, mientras en Vallado se movilizaron efectivos de bomberos del SEPA y una empresa forestal. En este mismo concejo, en Genestoso, se desplegó la UME y efectivos de Bomberos del SEPA de Cangas del Narcea e Ibias;en Coaña se trabajaba en las labores de extinción de un incendio en Lebredo y en trabajos de revisión de otro fuego en Medal y Loza; en Caso, miembros de la Guardería de Medio Natural revisaban un incendio declarado en Bezanes; Quirós se encontraba también en revisión un fuego en Lindes y otro enFaedo, al igual que el sofocado en Caniella (Aller).

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Incendios en España

Tres. Es el número de víctimas mortales que se han cobrado los incendios que afectan a España en lo que va de verano, así como más de una docena de heridos, la mayoría bomberos, brigadistas o voluntarios, atendidos por quemaduras o inhalación de humo. Dos de los fallecidos lo fueron en las últimas 24 horas. El primero, un hombre de 50 años y origen rumano, que perdió la vida por las quemaduras en casi todo el cuerpo que sufrió en el incendio declarado el lunes en Tres Cantos (Madrid). Fue alcanzado por una bola de fuego tratando de salvar los caballos de un amigo que tenía una hípica en la zona, finalmente calcinada.

El segundo muerto en las últimas horas era un voluntario de 35 años que se encontraba colaborando en la extinción de uno de los múltiples fuegos que arrasan buena parte de la provincia de León. A ellos hay que sumar el bombero que pereció en Ávila el pasado 28 de julio; en este caso fue en accidente de circulación, cuando acudía para trabajar en el fuego que terminó calcinando más de 2.000 hectáreas.

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Respecto al último fallecido, un testigo llamaba a los servicios de Emergencia de Castilla y León sobre las 19:15 horas de este martes. Alertaba de que había aparecido un hombre, subido a un tractor, en medio del campo. Dos horas después se confirmaba el fatal desenlace. Al parecer, dos lenguas de fuego que se juntaron de forma sorpresiva acabaron con la vida de esta persona, que perdió la vida cuando se encontraba trabajando sobre el terreno con una desbrozadora que precisamente había donado antes para la lucha contra el fuego.

En este mismo suceso resultaron heridas otras dos personas con quemaduras de diferente consideración, aunque su vida no corre peligro. Las autoridades regionales también han confirmado que había, al menos, seis personas heridas como consecuencia del principal incendio desatado en Zamora, que este martes terminó pasando a la provincia de León, en concreto a la comarca de la Valdería.

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Tanto el presidente del Gobierno como el líder de la oposición mostraron sus condolencias a las familias de los últimos fallecidos a través de las redes sociales, al tiempo que agradecieron el trabajo de los equipos de extinción. Pedro Sánchez decía «lamentar profundamente» lo ocurrido, para acto seguido enviar «mucha fuerza« y desear »una pronta recuperación a las personas heridas«. En una línea similar, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, mostraba todo su »apoyo a los servicios de extinción que continúan luchando contra el fuego«.

Javier Fernández Lanero, secretario general de UGT Asturias. J osé Simal

«En Asturias se ha hecho una buena planificación» defiende Javier Fernández Lanero

«La mejor manera de evitar un incendio es prevenirlo. Siempre lo decimos. Para evitar incendios en el verano hay que trabajar muchísimo durante el invierno. Y creo que en Asturias se ha hecho una buena planificación». El secretario general de UGT en Asturias, Javier Fernández Lanero, no duda que «evidentemente, necesitamos más recursos», pero asegura que «llevamos meses trabajando con el Gobierno del Principado, con acuerdos, con desacuerdos, pero con reuniones para analizar porqué se producen los incendios». Explica él que «lo de la Mezquita de Córdoba, en la que se usaban capillas como almacenes, es uno de esos errores manifiestos que no se deberían de producir», como, apunta, «no desbrozar los montes o no limpiar los ríos».

Una labor que, en Asturias, «desde los graves incendios de hace unos años, hemos trabajado mucho con la Consejería de Movilidad, Medio Ambiente y Gestión de Emergencias y con el consejero, Alejandro Calvo en materia de emergencias» para conseguir «más medios, aunque no sean suficientes, y para planificar», afirmó.

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