Iñigo Fernández Ortiz: «La facturación de este año no superará el 10% del pasado»

Iñigo Fernández Ortiz (Madrid, 1962) nació con alma viajera. Aunque vino al mundo en la capital española, se crió en Chile, país en el que se conocieron sus padres, tras dejar sus raíces entre Asturias y Cantabria. Así, con estos antecedentes, cree que su profesión debía estar vinculada por fuerza a este sector. Propietario de una agencia de viajes, es el presidente de la patronal de Operadores Turísticos y Agencias de Viajes de Asturias (OTAVA).

-Supongo que será el verano más atípico que recuerde.

-Es desastroso. La situación económica que vivimos ahora mismo es la peor de los últimos ochenta años.

-¿Se puede hablar de cifras?

-Las bajadas de ventas son del 90%. Las agencias no llegaremos a facturar ni el 6% de lo que tuvimos el pasado año.

-¿No hay esperanza de un repunte en las ventas en lo que queda de verano?

-Todo va muy lento y ya hemos asumido que va a ser catastrófico, pero no debemos perder el ánimo. Es el año de las sensaciones: un día estás arriba, al día siguiente, bajo. Vivimos el momento, el día de hoy.

-Ha cambiado la forma de viajar. Las peticiones son más inmediatas.

-Se ha impuesto la inmediatez más que nunca. Nadie se atreve a reservar porque la gente desconoce si los viajes deseados pueden llegar a ser factibles o no. Hemos vuelto a las formas de trabajo de hace diez años. Nos hemos tenido que adaptar.

-¿La bajada de precios es una opción?

-No. Lo que hacemos son ofertas de destinos. Hay mucha gente que pensaba que iba a encontrase con chollos, pero a lo que estamos yendo es a ofertas determinadas en función de los vuelos.

-¿Qué ofertas hay en estos momentos?

-Pues la dinámica que estamos viviendo ahora mismo es: '¿Qué ofertas hay hoy?' porque mañana pueden ser otras. Realmente, la pregunta que nos hacen es '¿Adónde puedo ir?' Y nosotros decimos: 'Hoy se puede ir...' pero ¿mañana, pasado mañana? Es una responsabilidad muy grande. Das la información que tú recibes. Nos vamos a convertir en asesores de viajes, informantes, más que nunca. En turismo, en sanidad, en legales. En esos momentos, somos una asesoría de todo.

-Pues para hoy, ¿ qué recomendaría?

-Sobre todo, las islas Baleares, Menorca, y en Canarias, Fuerteventura, Lanzarote. También la zona de Huelva, Cádiz. Es curioso, un cliente ha pedido ir a Pirineos. Le hemos dicho que allí la situación no es muy recomendable, y la respuesta: 'Si voy a la montaña, ¿a quién voy a encontrar por allí? No hay aglomeraciones'. Lo que nos queda es recomendar y advertir. Yo no mando a un cliente a una zona con problemas. Prefiero no vender, por ejemplo, a la zona de Cataluña, con quien trabajamos mucho, pero no es prudente.

-La ausencia de vuelos internacionales habrá cambiado también las decisiones de los turistas.

-Hay muy pocos. A la gente, además, no le apetece irse fuera de España. Se vive esa sensación de 'quiero estar cerca de casa, por si acaso', sobre todo por la sanidad española, que sabemos que es buena y nos va a responder ante cualquier problema. Es curioso pensar, por ejemplo, que te vas a Roma y puedes estar casi sin gente alrededor en la Fontana de Trevi, o visitar el coliseo o la plaza de San Marcos, en Venecia, sin agobios ni multitudes. Son escenarios impensables.

-El turismo extranjero tampoco se anima a venir a nuestro país.

-No se sienten seguros. Hay que pensar que somos el segundo país en tasa de infecciones.

-Siguen protestas ante la no devolución del dinero adelantado y la opción de los bonos.

-Las compañías aéreas siguen reteniendo parte del dinero. Volotea nos va agilizando, con Vueling pedimos reunión. Igual con Iberia. De Air Europa seguimos sin noticias. Hemos ido transfiriendo dinero de bonos que teníamos. Pedimos paciencia para poder cumplir. Seguimos peleando para lograrlo.

-¿Qué le parece eso que algunos consideran como la única salida: reinventarse?

-Creo que es un tópico. ¿En qué se traduce eso? ¿Más tecnología y despedir personal?