Los investigados por el crimen de Ardines, imputados por asesinato por encargo y con alevosía

Asesinato con alevosía y mediando precio. Es el delito que la Fiscalía del Principado y la acusación particular, ejercida por la familia de Javier Ardines, imputan a los cuatro investigados por el brutal crimen. Así se lo hizo saber la fiscal durante una comparecencia, ayer por la mañana, en el juzgado de Llanes. Al mismo llegaban, minutos antes de las diez, los argelinos Djillali Benatia y Maamar Kelii, el primero en un coche de la Guardia Civil y el segundo en un furgón, procedentes de la cárcel de Asturias. Sus presuntos compinches, Pedro Nieva y Jesús Muguruza, asistieron al acto por videoconferencia desde las prisiones de Nanclares de Oca y El Dueso.

En su relato de los hechos, que se prolongó durante unos veinte minutos, la fiscal señaló a Nieva como supuesto inductor del crimen, a Muguruza como colaborador necesario y a Kelii y Benatia, como coautores del mismo. No se les imputa, sin embargo, la pertenencia a grupo criminal a la que apuntaban los investigadores de la Guardia Civil en su atestado.

El ministerio fiscal considera que Pedro Nieva decidió matar a Javier Ardines tras enterarse, en diciembre de 2017, de que este mantenía una relación sentimental con su esposa, Katia Blanco, a la sazón prima de la mujer del edil. En julio de 2018, el presunto inductor se puso en contacto con su amigo Jesús Muguruza, quien planteó el encargo a Benatia. Los tres se reunieron y acordaron un precio, continúa el relato, además de viajar hasta Belmonte de Pría para que Nieva ayudase al argelino a preparar el ataque. Kelii y Benatia realizaron un primer intento en la madrugada del 1 de agosto de 2018, pero el concejal esquivó la valla que habían atravesado en el camino de su vivienda y continuó la marcha sin apearse del vehículo.

Tras el fracaso, Benatia se mostró reticente a continuar con el encargo, si bien, relata la Fiscalía del Principado, Nieva se reunió de nuevo con él y logró convencerle tras ofrecer más dinero. También le indicó que no debían matar a Ardines hasta después del 10 de agosto, pues antes se celebraban las fiestas locales y «habría mucha gente».

Finalmente, sobre las seis de la mañana del 16 de agosto de 2018 los dos supuestos sicarios asaltaron al concejal, rociándole con gas pimienta, golpeándole y asfixiándole hasta la muerte a escasos metros de su vivienda.

Tras la comparecencia de ayer la magistrada dictó un auto en el que acuerda la continuación de este procedimiento para los cuatro investigados para juicio con jurado. En los próximos días la jueza instará a las partes a presentar sus escritos de calificación para poner fin así a la instrucción de un caso que en algo más de un mes podría pasar a la Audiencia Provincial de Oviedo. El juicio tendrá lugar, probablemente, a principios del próximo año, según fuentes cercanas al caso.

Además, a principios de mes Djillali Benatia era trasladado a un nuevo módulo de la prisión de Asturias después de que su abogado, Adrián Fernández, avisara a la jueza de que decía haber sufrido «amenazas» por parte de Maamar Kelii, a quien representa Fernando Barutell, para que cambiase la declaración en la que le incriminaba.