«Me han llamado tres veces para vacunar a mi madre, pese a que lleva muerta desde 2018»

Enedina Fombona falleció el 27 de noviembre de 2018. Pero para el Servicio de Salud del Principado (Sespa) sigue viva. Tanto que consideran que la mujer, que ahora estaría a punto de cumplir los 97 años, debe vacunarse ya contra la covid. Y le han dado hasta tres citas.

«Me han llamado tres veces para vacunar a mi madre, pese a que lleva muerta desde 2018». Así lo asegura su hija, Isabel Menéndez, quien confiesa que la última llamada «fue ya la gota que colmó el vaso. Cada vez que llamaban, me dejaban echa polvo, porque me acuerdo de mi madre todos los días. Pero la última vez, ya que me quedé hundida. No sé qué hacer ya para que no vuelvan a llamarme».

Todo comenzó, recuerda, «el 10 de marzo». Una voz «masculina, muy amable, me preguntó por mi madre y me dijo que tenía que vacunarse de la covid». Casi sin entender muy bien lo que le decía su interlocutor, Isabel Menéndez alcanzó a decirle que «eso no era posible, ya que mi madre está muerta desde noviembre de 2018. El chico fue muy amable, me pidió perdón y entendí que todo había quedado aclarado».

Craso error. El 18 de marzo volvió a recibir una llamada del Hospital de Cabueñes. «Esta vez era una mujer. Con la misma historia: que le daban cita a mi madre para vacunarla contra la covid». En esta ocasión, reconoce Isabel Menéndez, su respuesta fue de angustia. «Le dije que ya era la segunda vez, que cada vez que me llamaban me quedaba muy triste. Que, por favor, eliminaran el nombre de mi madre de la lista, ya que lleva más de dos años fallecida».

De nuevo las disculpas y, de nuevo, «me dijeron que no me preocupara». Pero sí se volvió a preocupar. Esta vez la llamada le llegó en plena Semana Santa. El sábado día 3, cuando se encontraba en una cafetería «volvió a sonarme el teléfono. No me podía imaginar que iba a ser otra vez lo mismo». Pero era.

Otra voz «diferente a las dos anteriores» le indicaba que Enedina Fombona debía vacunarse de la covid. «Me quedé blanca. No sabía qué contestar, sinceramente no saben la tristeza que me causa cada una de estas llamadas». Fueron las personas que la acompañaban en ese momento las que la animaron a contar su caso. «Creo que si no lo ven en EL COMERCIO, van a seguir llamándome para dale cita a mi madre para vacunarse. Es muy triste que pase esto», asegura.

A sus 65 años, y con diversas patologías médicas, espera que la próxima llamada que reciba del equipo de coordinación de las vacunas contra la covid sea «para darme cita a mí». Confiesa que si vuelve a recibir una comunicación para que lleve a su madre a vacunar «no sé qué haré. No entiendo qué pasa».