La lluvia obliga a evacuar a un grupo de scouts y a suspender varias fiestas

Son varios los días que lleva lloviendo sin parar sobre el Principado de Asturias y ha dejado prácticamente impracticables muchos lugares en los que se preveía celebrar fiestas a lo largo de la región. Muchas se tuvieron que suspender, como ocurrió en San Justo (Villaviciosa), donde estos días estaba prevista la actuación de grupos como Medina Azahara y Celtas Cortos. Los accesos, los aparcamientos y el campo de la fiesta están totalmente anegados, por lo que los organizadores han tenido que suspender todas las actividades excepto las misas y la comida de los jubilados.

También se ha visto afectado el Motorbeach que se celebra en La Espasa (Colunga), que tuvo que suspender la 'carrerona' prevista para ayer. Pero a base de camiones con piedra y paja, los organizadores lograron arreglar tanto el recinto como los accesos y la pista de carreteras, con lo que se prevé que las actividades se puedan celebrar con normalidad. Eso sí, según indicó uno de los organizadores, Paulino Rodríguez, «la gente nos decía que si no teníamos katiuskas y llamamos a la ferretería de Colunga para que las trajera. Al final, vendió dos furgonetas de botas».

Por otro lado, varios grupos de scouts, con unos 300 jóvenes, que estaban de campamento en el municipio cántabro de Rionansa, tuvieron que ser evacuados por las lluvias caídas en la zona. Varias decenas de ellos fueron trasladados al polideportivo de Panes (Peñamellera Baja), donde se les proporcionó comida y abrigo. Los jóvenes, que se lo han tomado como una aventura, esperan poder regresar al campamento a lo largo del día de hoy, si las condiciones meteorológicas lo permiten.

Ayer las lluvias no fueron especialmente copiosas, pero sí muy persistentes, lo que dificulta que el terreno pueda evacuar el agua. En Pajares se recogieron 16 litros por metro cuadrado, en Llanes, 14,6; en el aeropuerto de Asturias, 14,1, y en Oviedo, 12,4. Es esa lluvia constante la que ha traído importantes problemas al concejo de Allande, que prácticamente se ha convertido en un barrizal. El agua arrastra la tierra de los montes quemados el pasado mes de octubre y, «no damos a basto a limpiar», aseguró el alcalde, el socialista José Antonio Mesa, quien ha pedido ayuda a la Delegación del Gobierno y a las consejerías de Presidencia y de Desarrollo Rural. Desde finales de junio varias localidades sufren este problema, «tardamos siete días en limpiar la zona de Tremado, cayó una tromba, y quedó todo igual», dijo Mesa.

Los vecinos también están molestos. «Me entró agua en la cuadra», dijo Mónica Pérez, vecina de Cornollo, quien aseguró que «los tubos están taponados de tierra y el agua se desvía». El Consistorio no da abasto a limpiar el barro y las piedras que son arrastradas por la falta de vegetación tras los fuegos.

También resultaron muy afectadas Tremado, donde la tierra cubrió la carretera rompiendo hasta una farola; Cornollo donde las entradas del pueblo quedaron revestidas de barro, y una pista en la parroquia de San Emiliano, que está cortada y «hasta el lunes no quedará habilitada», dijo el alcalde.