López Otín, Hijo Adoptivo de Asturias

El anuncio lo hacía ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, durante la inauguración del centro residencial de personas mayores de Lugones. «Tenemos que darle las gracias, Asturias debe darle las gracias», expresó quien recordó su apoyo incondicional al bioquímico de Sabiñánigo, un municipio de la provincia de Huesca, desde antes de encabezar el ejecutivo autonómico.

«Es una cosa que no lo sabe ni el propio López Otín porque no he hablado con él, no sé si aceptará, pero mi propósito sería nombrarle Hijo Adoptivo de Asturias. Saben que es ya Medalla de Plata del Principado -del año 2004-, me parece un hombre admirable al que debemos poner en valor y reivindicar como figura histórica», abundó al respecto el presidente.

Este detalló que a raíz de la reforma de la Ley de Honores y Distinciones, la propuesta del presidente deberá hacerse en la Junta General, adonde llegará en forma de completo informe. Una vez ahí, se someterá a la votación de los diputados para su aprobación. Barbón ha insistido en que sería «un gesto cariñoso más que merecido» y «un paso más en el reconocimiento de López Otín», finalizó su intervención.

«Nunca le agradeceremos lo suficiente lo que ha hecho en Asturias y por Asturias», publicó más tarde el presidente en sus redes sociales, manteniendo un compromiso y un afecto que no son nuevos. De hecho, el mismo día que se hizo público que el expediente informativo abierto por la Universidad de Oviedo contra el profesor Antonello Novelli y el emérito Pedro Sánchez Lazo, por supuesto acoso al científico Carlos López Otín, quedaba archivado por falta de evidencias, Barbón no dudó en manifestarse a favor del investigador. Entonces, hace dos semanas, le ofreció todo su apoyo y lo definió como orgullo de Asturias. «Lo apoyé, lo apoyo y apoyaré siempre, pues su compromiso como investigador y docente, su entrega a su vocación, su trabajo para buscar soluciones a problemas de nuestras vidas, es digno de todo reconocimiento», expresó.

Apoyo también le mostraron instituciones como la a Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España, que en 2020 ya destacaba el «comportamiento ético» y su «rigurosa conducta científica».

Otín compagina su labor docente con el desarrollo de líneas de investigación sobre cáncer, envejecimiento y enfermedades hereditarias. Su nombre figura, entre otros muchos estudios, en el proyecto español para la secuenciación del genoma de la leucemia linfática crónica. Una trayectoria que le ha granjeado numerosos premios y distinciones. Es Doctor Honoris Causa por la UIMP y las universidades de Zaragoza y la Autónoma de Chile y ha recibido los premios Aragón 2016 y Carmen y Severo Ochoa 2013, entre otros.