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Las ocho Madres de la Sidra 2025 acompañadas de Yolanda Trabanco, a la derecha Begografhy
«Sois ejemplo de resiliencia y compromiso, es fundamental daros voz a todas vosotras»
Madres de la Sidra

«Sois ejemplo de resiliencia y compromiso, es fundamental daros voz a todas vosotras»

Trabanco premia a ocho Madres de la Sidra «referentes» en una gala en Sariego que sirvió además para ayudar a la asociación Galbán

Jessica M. Puga

Miércoles, 12 de marzo 2025, 22:04

Por ser «ejemplos de resiliencia y compromiso», Trabanco reconoció anoche el trabajo bien hecho y la dedicación de ocho Madres de la Sidra «referentes de nuestro sector». Más de 130 invitados, entre autoridades, personalidades y referentes del mundo de la sidra, se citaron en el llagar de Trabanco en Sariego para celebrar la gala benéfica y aplaudir el trabajo de ellas, pues como señaló Yolanda Trabanco, de quien partió esta iniciativa, «es fundamental daros voz a todas vosotras». Más teniendo en cuenta que el de la sidra fue durante años un mundo vetado para las mujeres.

La distinción Madre de la Sidra Honorífica 2025 recayó esta edición, la séptima ya, en Irene Alonso, periodista asturiana y fundadora del Proyecto Alpha (Asociación Muscular de Cinturas por Déficit de Sarcoglicanos). Su compromiso con las enfermedades raras es personal y profundo, ya que dos de sus hijos fueron diagnosticados con una distrofia muscular por déficit de sarcoglicanos.

La vida de las otras cuatro Madres de la Sidra 2025 sí ha estado de una manera u otra con la bebida patria. La de la maliaya Ángeles Alicia Peón Solares lo ha estado con la manzana, pues cosechera de Villaviciosa, pues a los 14 años tomó las riendas de la casería familiar tras la pérdida de su padre. «Nunca dejó de lado el cuidado de los pomares. Su legado es el de una mujer que ha trabajado la tierra con dedicación, sosteniendo el campo asturiano con sus manos y su esfuerzo», se destacó.

El mapa se movió luego al occidente asturiano para poner en valor la labor hostelera de Elisa Gion Pérez, de la Sidrería Jorge de Puerto de Vega. Ya jubilada, el legado lo continúa su familia. Su consejo para las nuevas generaciones es claro: «Hay que trabajar mucho y tener paciencia». Y de hostelera a hostelera, esta vez ubicada en Gijón. La vida de Lorena Hernández Cejudo ha transcurrido siempre entre fogones, ahora en negocio propio: la Sidrería Urbiés 7más2. Para ella, la sidra no es solo una bebida, «es una cultura que se debe entender, cuidar y respetar». Y celebrar ahora que acaba de ser reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El siguiente premio fue multitudinario y familiar. Lo recibieron Anita Silva, Covadonga Pérez, Paula Jacob y Covadonga Jacob, de la sidrería El llagar, de Madrid. Fue en 1989 cuando Anita halló en la apertura de su primer restaurante una nueva razón para seguir adelante tras la pérdida de su hijo un año antes. Su hija Covadonga comenzó a trabajar en él con solo 21 años. Desarrolló el plan de negocio que marcaría el crecimiento del restaurante. En 2007, la familia abrió la sidrería El Llagar, y la tercera generación ya forma parte.

La gala se celebró, un año más, en favor de la asociación Galbán, que lleva más de veinte años acompañando a niños con cáncer y sus familias. Y en ella también se presentó la primera sidra de la temporada del llagar, la denominada Sidra Sobre la Madre. Su principal diferencia con el resto de sidra natural es que no se utiliza el trasiego, es decir, todo el proceso de fermentación se realiza en el mismo tonel. Era la forma de preparar la sidra del tío Vicente, la cual recuperaron hace unas añadas. La que acaba de salir del llagar está amparada por el sello de calidad Sidra Selección.

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