El acusado de intentar matar a su ex en Luanco: «Tiene lo que se merece»
El cuñado de la víctima y los amigos de la pareja confirman el control que tenía sobre ella y que no era la primera vez que la agredía
ALICIA GARCÍA-OVIES
LUANCO.
Viernes, 11 de febrero 2022, 02:42
La Audiencia Provincial de Oviedo acogió ayer la segunda jornada del juicio contra el hombre acusado de intentar matar a su ex hace dos años en Luanco. Los testigos ratificaron que esa no era la primera agresión que recibía la víctima, a pesar de que él negó en su declaración haber ejercido cualquier tipo de violencia física o verbal durante su relación. Hasta tres personas aseguraron haber visto moratones en los brazos de la mujer al menos un año antes del suceso.
«Un día se puso a llorar en la cafetería, me dijo que no podía más y me enseñó el moratón. Le aconsejé que lo dejara, pero me dijo que no podía porque iría a por ella y por el niño», relató un amigo de la pareja. Esta misma persona tuvo una conversación con el acusado unos días antes del intento de asesinato en la que, según declaró ante el juez, le afirmó que «iba a ir a por ella y que tenía a dos personas más en el punto de mira, una era yo».
Tras él declaró la amiga que el día del suceso, el 25 de abril de 2020, se encontraba con la víctima en el quiosco que regentaba. «La acorraló contra el mostrador y salí a buscar ayuda. Cuando estaba en la puerta la oí gritar que tenía un cuchillo. Me di la vuelta y lo vi haciendo el gesto de intentar apuñalarla», recordó, si bien, por su posición no pudo «ver el arma».
Fue entonces cuando intervino un taxista, que saltó el mostrador y cogió al hombre por el cuello impidiéndole seguir con el ataque. «Fue todo muy rápido. Ella consiguió salir y se sentó. Me decía, 'me desangro, me desangro', aunque yo por la ropa no pude ver las heridas. Sí había mucha sangre».
Horas después del ataque, el cuñado de la víctima llamó al acusado para recriminarle lo sucedido. «Le dije que era un sinvergüenza y me contestó que ella tenía lo que se merecía», relató ayer.
Guardia Civil y Policía Local
Dos de los guardias civiles citados a declarar confirmaron que la madrugada de ese 25 de abril, horas antes del ataque, acudieron a la vivienda de la mujer tras recibir una llamada de comandancia solicitando su presencia. «Cuando llegamos nos explicó que su ex, que tenía una orden de alejamiento había estado molestándola y que acababa de irse. Nos dio una descripción detallada de la ropa que llevaba y del coche que podía estar utilizando. Cuando nos disponíamos a ir a buscarlo, vimos un vehículo saliendo de una calle cercana que encajaba con las características, lo seguimos y comprobamos que era él», relataron.
Según su testimonio, en el momento que vieron el vehículo ponerse en marcha este se encontraba a unos cien metros del domicilio de la víctima, cuando la orden de alejamiento era de doscientos.
Por último, declararon dos policías locales, uno de ellos amigo de la pareja desde hacía años, quien a la víctima le había contado que «la controlaba, que no podía salir sola. Hubo un tiempo que estuvieron separados y le ofrecí una casa que tengo en León porque se sentía agobiada».
El acusado declaró en la primera jornada que sus recuerdos eran casi inexistentes debido a que había ingerido «diez o doce» pastillas. «Durante los 21 meses que llevo en prisión estuve pensando a qué fui allí, pero no lo sé. Ni entré a hacerle daño ni a pedirle perdón ni a decirle te quiero, no sé a qué entré», afirmó.
El juicio continuará hoy con la declaración de los testigos de la defensa.