La erosión del mar y los argayos ponen en peligro la estabilidad del castro de Podes
El Principado descarta realizar cualquier acción en el terreno hasta disponer de un estudio que dé solución al riesgo de desprendimientos
ALICIA GARCÍA-OVIES
LUANCO.
Viernes, 1 de octubre 2021, 01:12
La acción erosiva del mar y los continuos argayos ponen en peligro la estabilidad del castro de Podes. Un informe sobre la evaluación del riesgo arqueológico elaborado por profesionales de la Universidad de Oviedo concluye que el cantil de la punta está siendo erosionado por la fuerza marina, que se va comiendo la base y produce la caída de bloques dando pie a formaciones superficiales. Esta situación impide llevar a cabo investigación alguna sobre los restos hasta que no se disponga del correspondiente estudio de ingeniería que establezca una solución a una problemática que va agravándose con el paso de los años.
La consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán, reconoció ayer que «cualquier actuación pondría en peligro el castro», así como a los investigadores que estuviesen trabajando en la zona. Por eso, insistió, la prioridad ahora es «definir y valorar la situación con vistas a la realización de propuestas de gestión y conservación» del terreno. «Antes de hacer labores de investigación es necesario hacer un proyecto que estudie y valore las distintas alternativas de solución a los argayos porque es compleja», afirmó.
Estos desprendimientos, según explicó, no solo están causados por la acción del mar, sino que han podido comprobar cómo se incrementan en épocas de intensas lluvias y afectarían a tres zonas distintas del castro.
Piñan detalló la situación del yacimiento arqueológico en la comisión de Cultura, Política Lingüística y Turismo ante la pregunta del diputado de Foro Asturias Pedro Leal, quien la acusó de «desconocer» cuál es el patrimonio castreño de la región.
Grandes dimensiones
El castro de Podes es, junto a la Campa Torres de Gijón, uno de los enclaves castreños de la costa más grandes del centro de la región. Cuenta con dos fosos excavados en la roca y varias líneas de muralla para su protección. Tiene grandes dimensiones, de 150 por 50 metros de superficie, y está ubicado sobre un cabo, el de la Punta del Castiellu, situado a 39 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Está incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturies (IPCA) y en el catálogo urbanístico de Gozón, lo que en opinión de Leal, «debería asegurarle un régimen de protección que no se le está proporcionando. La situación del castro se ha agravado notablemente desde su inclusión en los citados inventarios», afirmó.
Un deterioro que hace «urgente» impulsar «una labor de protección, conservación e investigación mediante una campaña arqueológica» en la zona, puesto que «de mantenerse esta inacción se produciría una sensible pérdida al patrimonio no solo del concejo de Gozón, sino de toda Asturias».