Un nuevo recurso vuelve a demorar el arreglo y reapertura del campo de golf de Los Balagares

En la ya enquistada partida para reabrir el campo de golf de Los Balagares, las piezas parecen haber regresado a la casilla de salida. Pese a las esperanzas depositadas por la corporación municipal en que el cambio de año supondría el pronto desbloqueo de la situación y, a la postre, la nueva salida a subasta de la explotación del terreno, el administrador concursal ha vuelto a recurrir la vuelta de la gestión del terreno a manos del Ayuntamiento. El ejecutivo local dispone ahora de un plazo de cinco días para presentar su propio recurso de reposición, una opción que ya está siendo estudiada por los servicios jurídicos corveranos.

A la espera de que se decida si se recurre a dicha táctica, por el momento la pelota está en manos de la Justicia, que deberá decidir cuál de las dos partes es poseedora de la razón. «Todo indica que tendremos que ir otra vez al juicio, porque nosotros, desde el gobierno, lo que queremos es hacer las cosas bien y, sobre todo, con seguridad jurídica», manifestó ayer el alcalde, Iván Fernández, visiblemente decepcionado tras conocer la noticia.

Para comprender el problema es necesario echar la vista atrás hasta 2018. Ese año el campo fue clausurado después de que la empresa Dolabay Erma, concesionaria de su explotación, se declarase en concurso de acreedores, acumulando reiterados impagos del canon acordado con el Consistorio. Un primer intento de subastar su uso fue detenido mediante recurso del administrador concursal, representante de la desaparecida Dolabay, al entender que la concesión por 25 años aún no había expirado, y que la decisión de cerrar el campo no podía ser tomada por el regidor, sino por el Pleno. La Justicia le dio la razón en ese aspecto y el Ayuntamiento tuvo que volver a la casilla de salida.

Así las cosas, vuelven a ser precisas resignación y paciencia. «Iniciamos esto cuando se evidenció que el administrador tenía cerrado el campo», recordó Fernández. A partir de ahí, «si nos dan la razón, sacaremos la subasta; si no, su señoría tendría que obligar al administrador a que abra, mantenga y gestione el campo. Y ojalá se haga con rapidez; no podemos esperar otros dieciocho meses».

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