«Si hay nuevos argayos no creo que nos afecten. Estamos tranquilos»
El Consistorio de Villaviciosa trabaja sin descanso para abrir una pista peatonal hasta la vivienda aislada de Candanal
ALICIA GARCÍA-OVIES
VILLAVICIOSA.
Miércoles, 13 de enero 2021, 00:34
La vivienda de Manuel Ángel González lleva aislada una semana desde que la previa de Reyes un impresionante argayo en la ladera de Candanal cortase la única carretera que da acceso a su hogar, en el que reside junto a su mujer. «No nos enteramos de nada, porque aunque no lo parezca al final estamos bastante lejos. Aunque el día anterior, cuando estábamos trabajando en la zona, ya cayó bastante tierra», indica. El maliayo estuvo había estado la tarde antes junto a un grupo de vecinos retirando un pequeño desprendimiento que ya había afectado a la calzada días antes. «Cuando estábamos allí bajó bastante tierra y tuvimos que dejarlo. Además se nos hizo de noche», recuerda.
Fue la madrugada del lunes al martes 5 de enero cuando una impresionante lengua de tierra, árboles y rocas sorprendió a los vecinos. El argayo cortó por completo la carretera que da acceso a su vivienda, dejándolos aislados. «Solo podemos salir a pie o en tractor, pero lo llevamos bastante bien», asegura González. El Ayuntamiento de Villaviciosa ha centrado todos sus esfuerzos en abrir una pista forestal hasta la casa para que dispongan de acceso rodado, pero los trabajos «son lentos y complicados». «Aún les quedan varios días para poder terminar».
Aún así, González no se muestra preocupado. «Si hay nuevos argayos no creo que nos afecte. Tenemos que tener paciencia e ir poco a poco», afirma.
Un mapa de zonas de riesgo
El secretario general y portavoz parlamentario de Foro Asturias en la Junta General, Adrián Pumares, estuvo ayer visitando la zona para conocer de primera mano cuál era la situación de los vecinos y ver en qué estado se encontraba la ladera. A pie de la ladera, el político aprovechó para demandar al Gobierno del Principado la elaboración, «con urgencia, de un mapa de argayos que permita identificar las zonas de riesgo, para poder proceder a su monitorización y favorecer la prevención de futuros desprendimientos». «El coste de los argayos, tanto en términos de seguridad como de recursos, puede verse reducido enormemente con sistemas de monitorización de taludes, como en otras comunidades», aseguró.