La protectora Anadel acusa al Principado de «poner trabas» a la solución para los jabalíes

Por las calles y parques de Salinas sigue paseándose un ejemplar de jabalí que se ha convertido en un habitual de la localidad. Un animal de gran tamaño que, desde la protectora Anadel, aseguran que forma parte de la piara de cinco jabatos que aparecieron el año pasado en la localidad después de que su madre fuese abatida de modo furtivo. Una familia de suidos de la que la organización animalista sigue albergando tres miembros a su cargo en una finca y que, según denuncian, no han podido ser trasladados a otro lugar por las trabas que le ha puesto la administración regional, a la que acusan de ser la responsable directa de esta situación por su «ineficiencia, al no haber realizado a tiempo una translocación de estos animales», que ya están «contaminados por su dependencia del ser humano y no pueden devolverse a su medio natural».

El ejemplar de jabalí que lleva viéndose por Salinas desde principios de este año se trataría entonces de una hembra a la que la protectora viene haciendo un seguimiento desde hace meses y que forma parte de este mismo grupo del que, en octubre del año pasado, se capturaron cuatro miembros. «Tiene los mismos hábitos que los otros: es diurna, no tiene miedo a las personas y se la ve por los mismos lugares donde eran vistos los demás», asegura Elena López, de la protectora Anadel, desde donde señalan al jefe del servicio de Caza y Pesca del Principado, Orencio Hernández, como responsable de la situación, al no haber dado permiso al Ayuntamiento de Castrillón para que fuese esta misma protectora la que se ocupase de la captura de este animal, alegando en su escrito que la asociación «no es una empresa especializada y carece de los elementos necesarios para garantizar el cumplimiento del bienestar animal durante la captura». Un funcionario que además recuerdan, está siendo investigado judicialmente por supuestas irregularidades en la gestión de un coto de caza. Tras los últimos vídeos del jabalí caminando por el paseo de la playa de Salinas, desde el Ayuntamiento se volvió a insistir la semana pasada al Principado para que dé una solución, ya que cuando se trata de animales salvajes la competencia es regional, sin embargo, en el Consistorio aún no han recibido respuesta y el animal continúa paseándose por las calles de la localidad.

Por otro lado, Anadel sigue con los trámites administrativos para darse de alta como explotación ganadera, ya que actualmente solo están reconocidos como depositarios de los animales y esto impide que los puedan trasladar a otros lugares más adecuados para ellos. Desde la protectora aseguran que el Principado no ha hecho más que ponerles trabas «porque no quieren que este caso sirva como precedente de que hay alternativas éticas». Las dos hembras, que ya han sido bautizadas como Bambú y Lola, y el macho al que aún le están buscando nombre se encuentran «en perfecto estado», según asegura Elena López, quien ha manifestado que «es una vergüenza como la administración gestiona los conflictos con la flora y la fauna a tiros, provocando una auténtica masacre».