Muere un langreano de 36 años al despeñarse en Llanes mientras hacía una ruta con su novia

Pedro Gutiérrez Mendoza, un langreano de 36 años que desde hace tres residía en Madrid junto a su pareja, Alicia, fallecía en la noche del lunes tras despeñarse por un barranco ubicado en las proximidades del Picu Turbina, en la vertiente llanisca de la sierra del Cuera. Ambos se encontraban de regreso a la localidad de El Mazucu, tras coronar la citada cumbre, cuando la joven perdió de vista a su novio. Entonces, decidió dar aviso al 112, que puso en marcha de forma inmediata un dispositivo de búsqueda que se prolongaría durante varias horas y culminaría con el hallazgo, ya de madrugada, del cadáver del hombre, quien se había caído unos cincuenta metros por un barranco situado al sur de la Llosa de Viango, por debajo del Turbina.

Todo comenzó hacia las diez y media de la mañana del lunes, cuando la pareja inició en la localidad de El Mazucu una ruta que les llevó hasta el Picu Turbina, de 1.315 metros de altitud. Fue tras alcanzar la cima del mismo y disponerse a desandar el camino cuando todo se complicó. En torno a las ocho de la tarde, Alicia perdió de vista a Pedro, quien se había adelantado entre la frondosa vegetación para buscar unas praderías.

Tras pasar cerca de una hora buscando a su pareja y llamándole por teléfono sin recibir respuesta, la mujer decidió dar aviso al 112 Asturias. Eran las 21.11 horas y de forma inmediata se puso en marcha un dispositivo de rastreo en el que participaron bomberos de los parques de Llanes y Cangas de Onís, el Grupo de Rescate de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil y en torno a una decena de vecinos de las localidades de Porrúa, Parres, Purón y El Mazucu, conocedores de la zona.

Los rastreadores lograron en un primer momento llegar hasta Alicia, quien había facilitado su localización a través del móvil. Llegaron hasta ella a las 1.37 horas y los bomberos cangueses la evacuaron hasta Purón, donde la acompañaron hasta que unos amigos fueron a buscarla. Mientras tanto, el resto de los efectivos continuaron buscando a Pedro, siguiendo las indicaciones que les había dado su novia acerca de la ruta que pensaban seguir. Había pasado poco más de una hora cuando encontraron los bastones del joven y se cumplieron los malos presagios. Al fondo de un barranco se encontraba el cadáver del langreano.

«Es una zona bastante peligrosa, sobre todo si no la conoces», explicaba ayer a este diario uno de los llaniscos que participaron en la búsqueda. «A la chica la encontramos rápido, lo peor fue sacarle a él, pues la orografía es compleja», agregó. Efectivamente, bomberos, guardias y vecinos tuvieron que portear el cuerpo durante más de una hora, en unas condiciones muy complicadas debido a la lluvia y el barro, hasta una zona donde ya a primera hora de la mañana pudo tomar tierra el helicóptero que lo trasladó hasta La Morgal, desde donde fue llevado al Instituto de Medicina Legal de Oviedo. En algunas zonas fue preciso instalar sistemas de cuerdas para poder trasladar la camilla.

«Estamos destrozados, aún no nos explicamos qué pudo suceder», reconocía, ya por la tarde, el padre del joven fallecido, Manuel. Su hijo, indicó, era muy aficionado a la montaña, de la cual disfrutaba siempre que podía, si bien no era un experto. Informático de profesión, había iniciado sus vacaciones este mismo sábado y pensaba quedarse unos veinte días en Asturias. El cuerpo será incinerado hoy, a las 11.30 horas, en el Tanatorio de La Florida-Sotrondio.