La nueva Ley de Salud refuerza la intimidad de los pacientes
La norma, aprobada por la Junta, recoge el derecho a rechazar o consentir la presencia de estudiantes en consultas y garantiza la confidencialidad
EUGENIA GARCÍA
GIJÓN.
Sábado, 30 de marzo 2019, 03:03
Asturias tendrá, más de un cuarto de siglo después, una nueva Ley de Salud. La normativa, que sustituirá a la que rige desde el año 1992, fue aprobada ayer 'in extremis' en la Junta General del Principado, durante la última sesión plenaria de la legislatura. Como ya avanzó EL COMERCIO, la iniciativa salió adelante gracias al apoyo del centro-derecha. Podemos votó 'no' al considerar que la norma «no pone freno a los intereses de las farmacéuticas» e Izquierda Unida finalmente se abstuvo.
Esta ley, según destacó el consejero de Sanidad, Francisco del Busto, «aumenta los derechos de la ciudadanía, la transparencia y la participación de la sociedad en la toma de decisiones sobre el sistema sanitario» y servirá para «apuntalarlo». El texto, sobre el que el Ejecutivo socialista lleva tres años trabajando, recibió numerosas enmiendas y finalmente renuncia a la reordenación del mapa sanitario, actualmente dividido en ocho áreas que se pretendían fusionar en cuatro. Esta opción fue ampliamente contestada por los municipios afectados por lo que Asturias, por el momento, seguirá luciendo el mapa heredado de la ley de 1992, con Jarrio como cabecera del Área I, Cangas del Narcea en la II, Avilés en la III, Oviedo en la IV, Gijón en la V, Arriondas en la VI y Mieres y Langreo en las VII y VIII.
El texto advierte de que la demografía de la región dibuja un nuevo perfil de paciente, muy distinto del que debía atender la ley anterior. El actual se caracteriza por una edad avanzada, con varios procesos de carácter crónico e incluso con un alto riesgo social y por ello la recién aprobada normativa apuesta por reforzar «el papel nuclear» de la Atención Primaria, el trabajo multidisciplinar y la cooperación de los servicios sanitarios con los sociales. La ley contempla asimismo la figura del paciente empoderado, aquel que quiere participar en las decisiones que afectan a su salud y que reclama más responsabilidad y transparencia.
Elegir hospital y profesional
En ese sentido, recoge una serie de medidas encaminadas a proteger la autonomía de decisión del enfermo y reconoce sus derechos a la intimidad o a la transparencia en la información. Los usuarios podrán elegir tanto el centro en el que son tratados como el profesional que les atiende, una libertad de elección heredada de los tiempos del antiguo Insalud (cuando Asturias no disponía de competencias sanitarias). Asimismo, tendrán que ser informados y consentir la presencia de estudiantes de Ciencias de la Salud -dado el carácter formativo de muchos hospitales- durante el acto clínico. Su derecho a la confidencialidad va más allá de la mera protección de datos referidos a género, creencias, ideología u orientación sexual y se hace extensivo al genoma.
La Ley de Salud contempla, además, su derecho a conocer los tiempos de espera para recibir asistencia desde el momento en que piden cita, así como los resultados asistenciales y los indicadores de calidad de cada centro o servicio del sistema público.
Otra de las principales novedades es la creación del Consejo de Pacientes del Principado, un órgano destinado a promover la participación institucional de los pacientes en el sistema público. En él estarán representadas las diferentes asociaciones y organizaciones de enfermos de la región. Con la entrada en vigor de la ley se instaurará también el Observatorio de Garantía de Derechos y Deberes en salud, que se encargará de velar por el cumplimiento de todo lo que recoge esta nueva normativa.
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