El número de afectados por la gripe se multiplicó por cuatro en dos semanas

La incidencia de la gripe va en escalada y lo hace a un ritmo mucho más vertiginoso que el año pasado por estas fechas. Desde el 22 de diciembre, cuando Asturias se situaba aún a las puertas del umbral epidémico, hasta el pasado 5 de enero, el número de casos detectados por la red de médicos centinelas del Principado se multiplicó por cuatro. En la primera semana del año, la tasa de afectados se sitúa ya en 245 por cada cien mil habitantes, cuando a esas alturas el año pasado apenas se superaban los cien casos por cien mil habitantes. Es «un incremento significativo respecto a la semana pasada», subrayó ayer el responsable del servicio de Epidemiología, Ismael Huerta. La propagación del virus se ha notado en todos los grupos de edad, excepto en los de niños de cinco a catorce años, población en la que las tasas de incidencia se mantienen estables. Explicó Huerta además que el «significativo» aumento en la detección de virus gripales del tipo A en esta última semana «confirma que estamos en la fase de ascenso de la onda epidémica de la gripe de esta temporada, que seguirá aumentando en las tres o cuatro próximas semanas» hasta alcanzar su pico máximo a finales del mes de enero.

Los datos nacionales también reflejan la fase de ascenso de la gripe que, por primera vez, supera el umbral epidémico. Además de Asturias, la difusión es extensa geográficamente en el País Vasco, Navarra, Murcia, Extremadura y Canarias. Pese al incremento de casos en Asturias en las últimas las jornadas, la situación se considera «de intensidad baja y de difusión epidémica».

El caso es que a principios de semana, la mayor afluencia de pacientes con cuadros gripales saturó las urgencias de los principales hospitales. Fue el caso del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que solo el martes rondó las 550 atenciones urgentes. De ellas, 453 en las urgencias de adultos, lo que marcó un récord histórico de este servicio.

El director de Asistencia Sanitaria del Área Sanitaria IV, José Antonio Vecino, explicó que fue la coincidencia del inicio de la fase de extensión de la gripe con el puente de Reyes lo que motivó que el pasado martes, primer día laborable tras las fiestas, se alcanzara tal demanda asistencial. Según los datos que esgrimió ayer, el miércoles las atenciones urgentes ya habían bajado a unas 450 (de ellas, 368 de adultos) y la previsión es que el resto de la semana se mantenga en esas cifras. Cifras que Vecino calificó de «normales» para estas fechas. «La situación se ha normalizado y hoy podemos hablar de que no existe ninguna necesidad asistencial por encima de lo que puede ser esta época en años anteriores», explicó.

El HUCA, como centro centinela, registró en este periodo -la primera semana de enero- un total de 21 ingresos, de los cuales nueve se calificaron como graves. En el conjunto de Asturias, fue preciso el ingreso hospitalario de 65 personas. Según datos facilitados por la Consejería de Salud, en el 75% de los ingresos y en el 67% de los casos graves que presentaban algún factor de riesgo, las personas afectadas no se habían vacunado. En este sentido, la consejería recordó que aunque la campaña de vacunación concluyó el pasado 31 de diciembre, aún quedan dosis disponibles en los centros de salud.

Lo que se mantienen son las derivaciones de pacientes a otros hospitales. En el caso del HUCA, principalmente al Monte Naranco, donde la planta específica para pacientes geriátricos abierta esta semana ya está prácticamente a la mitad de ocupación. En Gijón, los que no puede atender Cabueñes son derivados principalmente a los dos centros concertados de la ciudad, los hospitales de Jove y Cruz Roja. En Cabueñes se mantenían ayer 79 camas supletorias, 54 de ellas en habitaciones dobles reconvertidas en triples y otras 25 en individuales que ahora ocupan dos pacientes.

Según Salud, las camas disponibles ayer en toda la red pública -principalmente en las alas- eran 127.