Tradición y sabor para los Reyes

El silencio, los pasos lentos y los ritmos suaves son parte de la identidad de los pueblos de la cuenca media y alta del Navia. Boal no es una excepción, pero estos días nadie lo aceptaría como una descripción ajustada. El centro del casco urbano es un hervidero de actividad: operarios asfaltando, pintando y embelleciendo las calles; particulares renovando fachadas de casas y comercios y pequeños empresarios sacando a sus escaparates detalles conmemorativos de la jornada histórica que los boaleses protagonizarán el sábado, cuando los Reyes visiten la villa para entregar el premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2014 concedido al Movimiento Asociativo y Vecinal de Boal.

La agenda de Felipe VI y doña Letizia para ese día está fijada casi al minuto. Llegarán a Boal sobre el mediodía y comenzarán un recorrido de unas dos horas que les acercará a la arquitectura indiana de la villa, al emblemático lavadero y a la forja del hierro, oficio tradicional que se recreará en la céntrica avenida de Asturias, donde se ultiman las obras de remodelación que harán de esta vía el eje principal de los actos del sábado. De hecho, se espera que los Reyes avancen por esta calle hasta el parque de los Emigrantes, donde tendrán lugar los discursos y junto al que se descubrirá la placa del Pueblo Ejemplar en una formación natural de granito obtenida junto al Penedo Aballón, símbolo local.

Frente al Ayuntamiento, los Reyes recibirán una cesta de productos alimentarios del concejo -miel, licor, embutidos y huevos- y dos camisas de pachtwork, pañuelos de encaje de bolillos y unos colgantes de quiastolita (piedra típica del Navia) en un joyero de nogal negro para las Infantas. Todo irá en un 'maseiro' (cuenco para la masa), realizado también en madera de nogal negro.

El programa incluye una parada en la Casa de Apicultura y en las Escuelas Graduadas, donde se reproducirá un aula tradicional. Además de los alumnos de Primaria, estarán allí Orlando Fernández, que emigró a Cuba, su hermana Adelina y Ana María Jardón. Ellas, antiguas alumnas, contarán sus recuerdos sobre el centro. La jornada finalizará en el polideportivo con una comida para unas 700 personas. Será de pie y se degustarán caldo de rabizas, carne asada con patatas, requesón con miel de Boal y venera, un dulce típico de la zona.