«Le decía que viniera bien lavada, cámbiate las bragas o la llamaba tonta e inútil»
El hombre juzgado por acosar a una empleada en una gasolinera de Castropol niega los hechos y asegura que él solo era exigente con la higiene
cristina del río
Lunes, 8 de mayo 2017, 21:23
«Jamás». Fue la palabra más repetida y que, de forma más contundente, pronunció este lunes J. F. L. para defenderse de la acusación de trato vejatorio e insinuaciones sexuales por las que se enfrenta a dos años y tres meses de prisión por un presunto delito sexual y a otros dos años ,por acoso laboral. Todo ello, además del pago de 20.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Y es que el encargado de la estación de servicio de Figueras (Castropol), y socio de la gasolinera junto a su mujer, rechazó una y otra vez las acusaciones de su exempleada durante su declaración en el Juzgado de lo Penal Número 2 de Avilés.
Según su testimonio, él solo era exigente con el tema de la higiene, especialmente en la cocina, y reconoció discutir habitualmente con S. P. porque ella trabajaba con el pelo suelto. «¡Recógeme ese pelo y ponte el gorro!, le decía yo. Teníamos auténticos problemas con eso», respondió a preguntas de la acusación. «Yo me cabreaba, claro que me cabreaba, y le decía que se pusiera el gorro de una puñetera vez», añadió.
Afirmó que había recibido quejas de clientes que habían encontrado pelos en las tapas de callos, de hecho uno de ellos acudió como testigo, y también que la víctima cogía los pinchos con las manos en lugar de con pinzas. Negó en cambio que le exigiera ir maquillada y que le hubiera arrojado un ordenador.
Tres de los cuatro compañeros que coincidieron con la mujer, S. P., en la estación de servicio entre julio de 2015 y enero de 2016, concretamente los tres que ya no trabajan para el acusado, afirmaron haber presenciado los insultos que su jefe profería contra la mujer. «Le decía habitualmente que viniera bien lavada, cámbiate las bragas y cosas así» o «tonta, imbécil, inútil», aunque ninguno fue testigo de tocamiento alguno o frase de carácter sexual.
Acoso laboral y sexual
Ninguno salvo la otra empleada, en este caso mujer. «Yo le escuché una vez decir entre dientes si pudiera, te echaba un buen polvo. (...) Lo dijo para que se oyera, por lo menos en dos ocasiones», afirmó. Añadió que su exjefe «tiene un carácter fuerte con todos y en particular, con las mujeres ». Los testigos de la defensa, empleados del acusado, su mujer y el mencionado cliente, negaron haber escuchado tales insultos, más allá de reconocer su «fuerte carácter».
El acusado se enfrenta ahora a dos años de cárcel por un presunto acoso laboral y otros dos, por acoso sexual, además del pago de 20.000 euros. La mujer tiene un grado de minusvalía reconocido del 44%, más una depresión que se vio agravada.