Comienza la restauración ambiental de la mina de Cerredo, que finalizará en 2026
El grueso de la obra se iniciará a principios de 2023 y Tragsa asegura que usará «máquinas pequeñas para meter más gente a trabajar»
ÁNGELA RODRÍGUEZ
CERREDO.
Jueves, 15 de septiembre 2022, 08:05
Satisfecho por «haber sido capaces de pasar de las palabras a los hechos», el consejero de Industria, Enrique Fernández, asistió ayer a la jornada de inicio de los trabajos de restauración en la antigua mina a cielo abierto de Cerredo. Un día «de alegría» que no se perdió tampoco la directora del Instituto para la Transición Justa, Laura Martín, que se acercó a Degaña para ver sobre el terreno el inicio de una inversión de más de 27 millones de euros.
«Es una obra muy importante para el suroccidente. Esta restauración del cielo abierto en Cerredo se suma a la ya iniciada hace unos meses en Tormaleo y precede a la de Buseiro en Tineo. En total son cerca de 83 millones de euros de inversión, con los que se va a generar una cifra muy importante de empleo, superior a los 200», destacó el consejero.
EN CIFRAS
-
27 millones costará la obra de recuperación.
-
660 hectáreas es el terreno sobre el que se actuará.
-
42 meses es el plazo de ejecución.
-
61 puestos de trabajo directos se crean con esta actuación.
Por dichas oportunidades de empleo, y por la propia restauración ambiental de más de 660 hectáreas degradadas por la actividad minera, los degañeses llevan meses esperando la puesta en marcha de las obras; el grueso del trabajo se abordará a principios de 2023. «Con todas las obras en su conjunto, toda la gente de nuestra bolsa de trabajo va a tener una oportunidad de empleo. Esta obra va a empezar muy rápido con lo que, probablemente, los trabajadores de la bolsa que estaban esperando el inicio de las obras van a ser llamados muy pronto para empezar en el transcurso de este año», añadió Martín. Con la filosofía, según el presidente de Tragsa, de «maximizar el número de personal frente a la maquinaria» -es decir, «utilizar máquinas más pequeñas y meter más gente a trabajar»-, 2026 es el año señalado para el final de la restauración. Un horizonte donde ya pone la vista el consejero.
Robles y acebos
«Habrá múltiples usos que podrán contribuir a la reactivación socioeconómica del territorio. Estamos hablando de desarrollos vinculados a las energías renovables, como plantas fotovoltaicas, también una central de depuración de agua con bombeo reversible que permitirá el almacenamiento energético de fuentes de energía renovables. Algo muy interesante y en sintonía con los tiempos», aseguró.
Asimismo, en la zona recuperado se incorporarán árboles autóctonos, como robles y acebos, y se explotarán frutales como el cerezo, el arándano y el castaño, «sin descartar los usos de pastizales», añadió Fernández.