Orovalle pide permiso para buscar oro, plata y cobre en Allande y Cangas del Narcea
En menos de un mes el Principado ha admitido de forma definitiva tres solicitudes en el Suroccidente
BELÉN G. HIDALGO
CANGAS DEL NARCEA.
Jueves, 31 de octubre 2019, 00:07
El interés por explorar la presencia de oro, plata y cobre en el Suroccidente asturiano parece ir en aumento. En menos de un mes, el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) ha publicado la admisión definitiva de tres permisos de investigación en esta comarca, que engloban un total de 515 cuadrículas mineras; es decir, una extensión de más de 140 kilómetros cuadrados. El último permiso, publicado ayer, fue tramitado por Orovalle Minerals. El proyecto de investigación, denominado 'Piornal', pretende explorar la presencia de oro, plata y cobre en un superficie de 288 cuadrículas mineras. La investigación se desarrollará entre los concejos de Allande y Cangas del Narcea.
La empresa Orovalle lleva en producción desde el verano de 2011 en la planta que posee en El Valle-Boinás, localizada en Belmonte de Miranda, y argumenta en el proyecto que su intención pasa por «mantener la actividad económica en la zona durante muchos años». Su interés en esta área se basa en la proximidad, pues «está a una distancia kilométrica aceptable para transportar la hipotética producción de mineral hasta la planta de El Valle, caso de no existir recursos suficientes para la construcción de una nueva planta en la zona, siendo un perfecto depósito satélite semejante a la explotación que la empresa está llevando a cabo en Carlés».
De acuerdo con dicha documentación, la última actualización de reservas proporciona una vida del proyecto de al menos trece años «con enormes posibilidades de incrementar la vida del mismo».
El proyecto de investigación ahora solicitado se desarrollaría en tres años, con un presupuesto total de 264.300 euros. Durante el primer ejercicio se llevará a cabo una cartografía de superficie y se realizarán muestreos de detalle para conocer las direcciones favorables de mineralización con el fin de localizar objetivos preferenciales en el entorno, para lo cual se realizará una serie de calicatas.
En el segundo año, las labores de cartografía se reforzarán con campañas de geoquímica que permitirán definir espacios mineralizados en las zonas sin afloramientos. Con ello se localizarán las zonas de mayor interés para centrar en ellas el trabajo definitivo pues, según indica el proyecto, «la exploración por métodos geofísicos variará en función de los primeros resultados obtenidos». Es decir, los resultados obtenidos en estas dos primeras fases serán determinantes para la tercera etapa de la investigación.
Por todo ello, no será hasta el tercer año cuando comiencen los sondeos. De acuerdo con la documentación que obra en el proyecto, «se realizaran 1.700 metros de perforación en aquellas zonas donde los resultados de las fases anteriores hayan sido positivos». Eso sí, advierten de que la estimación de metros de perforación puede variar en función de los resultados previos.
«Hipotecan a los vecinos»
Por el momento, se abre el período de información pública durante los próximos treinta días hábiles. Además, se somete al mismo procedimiento el correspondiente plan de restauración.
La Coordinadora Ecologista ya se manifestó al respecto y reiteró su rechazo a este tipo de actividad. Su portavoz, Fructuoso Pontigo, denunció que «con estas autorizaciones el Principado está hipotecando a los vecinos de las zonas afectadas, sin que ellos se enteren del riesgo que les viene encima cuando se pongan a explotar las minas». Pontigo alertó del «peligro que suponen las balsas de residuos de lodos cianurados, con una vida estimada de 75 años de toxicidad».