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Infografía sobre las naves que cubrirían la explotación subterránea de oro.
Minería en Asturias

Este es el nuevo inversor de la mina de Salave con el que la empresa confía en desbloquear el proyecto

La entrada de nuevos accionistas permite que el 29% de las acciones de Black Dragon estén ya en manos españolas

Ramón Muñiz

Gijón

Lunes, 24 de noviembre 2025, 12:00

Black Dragon Gold, la sociedad que controla el proyecto para abrir una mina de oro en Salave (Tapia de Casariego) a través de ... su filial Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC) acaba de cerrar una ampliación de capital con la que ha logrado españolizar más su accionariado, uno de los objetivos estratégicos que se había fijado la compañía. La entrada de nuevo capital lo es por importe de 2,6 millones de euros y tras la operación «el total de la inversión española alcanza el 29% de la base accionarial», según confirma el director ejecutivo de la sociedad, Dominic Roberts, en un comunicado. En la nota el directivo señala que «estas personas no son solo inversores importantes sino también destacados empresarios con una demostrada capacidad de construir empresas, contribuir al desarrollo económico y crear empleo». «Su perfil y larga trayectoria de compromiso empresarial con Asturias intensifica las posibilidades de éxito mientras continuamos avanzado con el Proyecto Salave», abunda.

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«Apoyados en la confianza y credibilidad que los nuevos inversores aportan a la región, la Compañía incrementará su visibilidad, implicación y compromiso con las comunidades que nos alojan», refiere Dominic Roberts.

Según pudo confirmar este periódico, entre los nuevos inversores que se han incorporado al proyecto está Serafín Sánchez, empresario natural de Tapia de Casariego, conocido como 'Carreira', con empresas de alquiler de maquinaria y que desde 2010 se internó en el alquiler de helicópteros tripulados a través primero de Helioastur.

Se da la circunstancia de que la entrada de nuevos accionistas fue la razón esgrimida por Black Dragon para retirar su petición de que el proyecto para abrir una mina subterránea de oro fuera declarado por el Principado como 'proyecto de interés regional estratégico'. El desistimiento se formalizó días después de que la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) emitiera un informe que complicaba la viabilidad futura del proyecto y el procedimiento se encaminara así a un rechazo explícito por parte del Consejo de Gobierno.

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El desistimiento vino acompañado, días después, por una declaración de la compañía asegurando que seguirían haciendo todos los esfuerzos posibles para mejorar su proyecto y lograr los permisos.

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