«Nadie quiere los parques eólicos en Somiedo y lucharemos contra ellos»

En pie de guerra y con las ideas claras: apoyan la energía limpia, pero defienden que su desarrollo debe ser ordenado y respetuoso con la biodiversidad. Con esa filosofía se están gestando las alegaciones que presentarán los colectivos ecologistas y empresariales a los dos proyectos eólicos -Chagüeto y La Gobia- que se prevén ubicar en pleno Parque Natural de Somiedo. Supondría la instalación de 32 aerogeneradores entre Cangas del Narcea y Somiedo. Ambos proyectos se encuentran sometidos a información pública y deberán superar la tramitación ambiental previa a su autorización.

Sin embargo, estas pretensiones chocan frontalmente con la sociedad somedana, concienciada con el alto valor ecológico del concejo, protegido como Parque Natural y Reserva de la Biosfera. «Rechazo la instalación de eólicos en esta zona, que es un espacio muy rico en biodiversidad. Creo que se debería estudiar dónde ubicarlos para que tengan el menor impacto», argumenta Marité Lana, directora del Ecomuseo. Defiende que resulta contradictorio «destruir lo que tantos años llevamos conservando», pues el parque ya cumplió su trigésimo aniversario.

Pero su voz no es la única que se levanta en contra de estos proyectos en el concejo. Rosalía Garrido, al frente de la Asociación de Hostelería y Servicios Turísticos de Somiedo, aglutina al tejido empresarial vinculado al turismo. «Estamos indignadísimos. Nos afecta de lleno», confiesa Garrido. «Nadie quiere los parques eólicos en Somiedo y lucharemos contra ellos», advierta para a renglón seguido anunciar que están trabajando en la redacción de alegaciones en el plazo establecido.

«Es un abuso total», reitera, tras recordar el impacto visual y medioambiental que lastrará el desarrollo del ecoturismo. «Nos hemos acreditado con la carta de Turismo Sostenible de la Red Natura. Queremos proteger y conservar la biodiversidad de Somiedo para mostrar este paraíso a los visitantes. Esto es todo lo contrario y no genera ningún beneficio al concejo, ni siquiera empleo», subraya Garrido.

Para Gloria Lana, que además de bióloga es empresaria y guía turística en Somiedo, la iniciativa empresarial es «una auténtica barbaridad. Aquí todo va encaminado justo a lo contrario. La gente se siente atraída por los valores del parque, su flora, su fauna y su etnografía. No busca industria», apostilla, no sin recordar los daños que supondrá a especies como el oso o el urogallo.

Precisamente sobre los daños ambientales se pronuncia también Jorge Jáuregui, de la empresa Somiedo Experience, que no duda a la hora de instar a las administraciones a «que no otorguen estos permisos. Somiedo siempre ha sido un modelo de gestión», e incide en que los aerogeneradores afectarían a zonas de uso restringido y la reserva biológica. «Tendrían un impacto tremendo sobre el desarrollo económico. Vivimos del turismo sostenible y de calidad. Nuestros turistas llegan de todo el mundo fascinados y valoran lo que tenemos», destaca Jáuregui.

Los somedanos cuentan, además, con el apoyo de colectivos conservacionistas. Así, desde la Fundación Oso Pardo sostienen que «el impacto ambiental es severo. Se ubican en cordales montañosos de alta calidad para el oso pardo, en cuyas laderas se localizan todos los años osas con crías». En la misma línea, desde Geotrupes, Rolando Rodríguez subraya que «los parques eólicos provocan mortalidades muy importantes en aves y murciélagos, y destruyen el paisaje» e insta a las administraciones a aplicar «evaluaciones ambientales serias antes de su autorización».

Por su parte, la Fundación Oso de Asturias apunta que la región «dispone de áreas suficientes para incrementar su cuota de energías renovables, sin que estas afecten a un espacio de una singularidad medioambiental tan acusada» como el Parque Natural de Somiedo.