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J. F. GALÁN
Lunes, 13 de agosto 2018, 03:26
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Tan cerca y tan lejos. Los vecinos de San Esteban de Pravia (Muros de Nalón) y de La Arena (Soto del Barco) llevan años reivindicando que una pasarela peatonal una ambos pueblos, uno a cada lado de la desembocadura del río Nalón. Si en el punto más cercano apenas les separan 130 metros, ir de uno a otro precisa un trayecto de unos ocho kilómetros por carretera, única vía de comunicación salvo que se disponga de lancha. Ayer quedó demostrado que se llega antes a nado que en coche. Un centenar de nadadores se lanzaron a las cinco de la tarde desde ambas riberas y apenas unos minutos habían puesto los pies en la orilla opuesta.
Era el plato fuerte de una jira reivindicativa que reunió a unos cuatrocientos participantes en el prado que se extiende frente a rula de La Arena, el punto del que partiría la ansiada pasarela. Había bar, pulpería, y actuaciones musicales, todo dentro de un ambiente festivo que se mantuvo desde el mediodía hasta caer la tarde. Pese a que había sido expresamente invitado, el presidente del Principado, Javier Fernández, no se dejó ver. Tampoco los alcaldes de Soto del Barco y Muros de Nalón, Jaime Menéndez Corrales y Carmen Arango, respectivamente.
Construir ese puente es una vieja aspiración que no termina de hacerse realidad. Cansados de tanto esperar, vecinos de ambos pueblos constituyeron hace unos años una plataforma con el fin de hacer su sueño realidad. Desde entonces no ha dejado de ganar apoyos y de impulsar iniciativas, desde encuentros con Javier Fernández, a quien han arrancado el compromiso de presentar un proyecto en septiembre, hasta concentraciones reivindicativas, casi siempre con aire festivo, como ayer.
Tras el cruce a nado un portavoz solicitó que «el proyecto se ponga sobre la mesa en el plazo previsto y que el presupuesto regional de 2019 recoja la correspondiente partida y se ejecute sin demora. Además de unir ambos pueblos la pasarela supondría un revulsivo turístico para una zona que ha sido vía de salida del carbón durante décadas y que no ha recibido compensación alguna».
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