Suspendida la subasta pública de la explotación minera de Cerredo

El futuro de la explotación minera de la firma Astur Leonesa ubicada en la localidad degañesa de Cerredo continúa sumido en la incertidumbre. La crisis sanitaria en la que está inmersa España ha supuesto un nuevo varapalo, pues ha impedido que se celebrara la subasta de la mina, que debería haber tenido lugar ayer en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo. Pero tuvo que ser aplazada. «Todavía no se ha fijado una nueva fecha. El juzgado está paralizado por la situación actual», manifiesta a este periódico el presidente del comité de empresa, Rubén Menéndez.

El portavoz de los trabajadores espera que esa nueva fecha no se demore demasiado, si bien entiende que todo dependerá del tiempo que se prolongue el vigente estado de alarma. «Tenemos compromiso de la administración concursal de intentar que sea una fecha lo más cercana posible, una vez superado el confinamiento», añade Menéndez. En este caso, apunta, no fue posible una alternativa telemática.

La explotación de interior, así como la de cielo abierto y los edificios asociados a la mina degañesa volvían al mismo punto de partida a finales de febrero. Entonces, el titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo aceptó las alegaciones presentadas por la compañía suministradora de electricidad de la mina, Nexus. Esta exigía que Coto Minero del Cantábrico (CMC) se hiciese cargo de la deuda contraída por Astur Leonesa por impagos en el suministro. Ello se tradujo en la fijación de esta subasta, seis meses después de que CMC se hiciese de nuevo con la explotación, propiedad de Astur Leonesa. Fue posible al no haberse presentado nadie a la puja. CMC se hizo con el pozo como el acreedor privilegiado, presentando una oferta de cuatro millones de euros a restar de la deuda contraída. En aquel momento se esperaba que la explotación fuese transmitida a un tercero, pues la empresa se encuentra en liquidación.

Ahora, todo queda de nuevo en el aire y los trabajadores, obligados a permanecer en la espera. «Estamos acostumbrados», lamenta, con resignación Menéndez. «Estábamos esperanzados con esta nueva fecha, pero no nos sale bien», concluye el presidente del comité.

No en vano, en la actualidad son ocho los trabajadores que continúan realizando labores de mantenimiento y vigilancia del pozo para evitar daños en las instalaciones, pues defienden la continuidad de una mina que consideran la «más preparada de Europa». Además, este retén de empleados realiza estos trabajos sin luz, debido al corte en el suministro ocasionado por los ya mencionados impagos. El fin último de estas labores pasa por evitar que se inunde la mina.

Estos ocho mineros de Cerredo llevan sin percibir sus salarios desde diciembre de 2017, es decir, suman más de dos años sin cobrar. El resto de la plantilla se fue acogiendo a bajas incentivadas y prejubilaciones.