«Ni por más inversión ni menos impuestos se puede apoyar el camino perverso de la cooficialidad»
El PP lanza un duro ataque contra el plan del asturiano y pide a Foro que no lo secunde
El asturiano, su uso y su futuro ha vuelto a ser uno de los principales temas de debate en la sesión del Pleno de la Junta General del Principado de esta mañana. Dos fuerzas de la oposición han sacado el tema y en ambos casos cuestionando el desembolso económico que supondrá la cooficialidad. El diputado del PP Pablo González había planteado directamente en estos términos su pregunta: quería conocer el impacto presupuestario de la «anunciada potenciación del bable». Él ha dado sus propias cifras. Por ejemplo, los 75 millones de euros que, según su cálculo, supondría la cooficialidad en materia de Educación, solo en contratación de profesorado ya que «según sentencias judiciales, habría que impartir al menos el 25% de las enseñanzas en llingua». González ha cuestionado también las consecuencias que tendría para la contratación de personal sanitario, por ejemplo. A todo ello, la consejera de Cultura, Turismo y Política Lingüística, Berta Piñán, ha contestado que «el problema de la protección no es de índole presupuestario sino jurídico, porque ahora no se garantiza el derecho de uso».
González, que ha iniciado su intervención con una defensa del asturiano porque «es nuestra forma de hablar tradicional, es parte de lo que fuimos, somos y seremos», ha cargado no obstante con dureza contra «la lengua inventada» que, a su juicio, es la que «quieren imponer». El diputado popular ha recordado que la ley de uso del 98 «consagra la realidad de la calle, la libertad y diversidad del uso del asturiano. En Asturias, hasta ahora, cada uno habla como quiere, pero esa ley nunca les gustó. Ustedes no van a garantizar la libertad de uso, sino que van a eliminar diversidades y decirnos cómo debemos hablar», ha criticado González. Y aún ha ido más allá, acusando al PSOE de «un juego perverso de división de la sociedad por motivos electoralistas. A Foro le digo que ni por menos impuestos ni por más inversiones se puede apoyar este perverso camino».
La consejera Berta Piñán ha hablado de la «riqueza que se genera alrededor de las lenguas», de los beneficios que supondrá para la estabilización del profesorado de asturiano y de la posibilidad de que cualquier opositor lo aporte como mérito, entre otras cuestiones. Después, visiblemente molesta, ha criticado que «cualquiera, sin saber, pueda opinar» a sobre cuestiones de lengua y Fiología. «Es una falta de respeto con la gente de aquí, con los falantes, con la cultura asturiana, que cualquiera que viene de no sé dónde venga a decir lo que le parece. Son opinadores, no expertos».
Antes de este debate, la diputada de Vox Sara Álvarez Rouco, en una pregunta sobre la despoblación, había acusado al Gobierno regional de «imponer la llingua, algo artificial y que nadie habla pero que va a requerir decenas de millones de euros, que podrían resolver nuestro problema demográfico». El vicepresidente Juan Cofiño no ha ocultado su malestar. «¡Pero qué barbaridad!, con mayúscula y subrayado. Hágaselo mirar, un poco de sentido común», le ha espetado a la diputada de Vox.
