La oposición cree que la reforma «llega tarde» y avisa del «vacío legal» que su tramitación puede generar

La oposición se mostró ayer crítica con las formas del Ejecutivo de llevar a cabo la modificación de la Ley de Salud. La portavoz del ramo del Partido Popular, Beatriz Polledo, subrayó que «llegamos tarde, estamos a pocos días de que finalice el estado de alarma y quedamos en un vacío legal». Polledo recuerda que llevan más de un año «pidiendo un 'plan B'» y que su grupo solicitó en octubre al Principado «un informe del Consejo consultivo para aportar luz en todo esto». Sobre el sentido de su voto, dice desconocerlo porque «aún no tenemos el texto que se va a presentar en la Junta para que los grupos voten, con lo que todavía no sabemos qué vamos a votar. Asimismo, Polledo queda a la espera de recibir los informes jurídicos.

La portavoz parlamentaria de Ciudadanos, Susana Fernández, critica que «el Gobierno asturiano ha tenido que apurar la maquinaria, sacarlo del cajón y forzar su aprobación ayer» y lamenta que «hemos vuelto nuevamente al paradigma de las 17 leyes y 17 normativas diferentes para 17 comunidades autónomas». La diputada de Ciudadanos, quien reconoce que «es una herramienta necesaria», recuerda que «hace meses que el Principado presentó a los grupos políticos un borrador de la Ley de Salud cargado de lagunas, de imprecisiones, de esas a las que lamentablemente nos tiene acostumbrados el Gobierno de Barbón».

El portavoz Podemos en la Junta, Daniel Ripa, señala que «es una ley que llega meses más tarde de lo anunciado y sin asumir ningún aprendizaje por la pandemia». Ripa cita como ejemplo, «el colapso de la Atención Primaria, la falta demedios en las alas, la falta de participación ciudadana o la crisis de desatención en materia de salud mental de la población general y, en especial, de las personas que han sufrido aislamiento en los últimos meses».

El también secretario general de la formación morada cree que la modificación «no llegará a tiempo para afrontar los problemas derivados del levantamiento del estado de alarma» y que se está desaprovechando una oportunidad «para convertir el dictamen de la comisión de estudio de los efectos de la covid-19 en ley».

El portavoz de Foro, Adrián Pumares, afirma que «es lamentable que se espere al anuncio de Sánchez de que va a caer el estado de alarma para traer esta ley a la Junta. No es serio». Además, el diputado forista muestra su preocupación con que «Barbón se siente demasiado cómodo limitando derechos a la ciudadanía, lo que consideramos enormemente peligroso».

La diputada de Vox, Sara Álvarez Rouco, se pronuncia en una línea muy similar: «El presidente Adrián Barbón se muestra encantado de disponer de nuevas herramientas para advertir y amenazar a los asturianos de que podrá imponer las medidas que considere para salvar vidas sin rendir cuentas a nadie».

También, al igual que Ciudadanos, lamenta que «el desgobierno amenaza a todos los españoles con 17 modos de actuar distintos, tantos como autonomías, con todos los problemas que eso apareja. Si las vacunaciones no cumplen su calendario, a los asturianos nos esperan meses muy duros».

Sí parece que el Gobierno tautonómico tendrá el apoyo de Izquierda Unida. El coordinador general de la coalición, Ovidio Zapico, cree que la ley «es fruto del consenso».

Lógicamente, también tiene la bendición de la FSA. La portavoz de Salud del grupo socialista, Carmen Eva Pérez, defiende que «la modificación de la Ley de Salud permitirá al Gobierno contar con las herramientas adecuadas, dentro de su ámbito competencial, para actuar con las mayores garantías en situaciones de emergencia sanitaria como la actual. Es una normativa importante y confiamos en alcanzar los acuerdos necesarios para aprobarla cuanto antes».