«Es una pena, es un emblema de Llanes»
Pesar en el sector hostelero local tras conocer el inminente cierre del café Pinín
Terry Basterra
Miércoles, 6 de enero 2016, 00:25
El cierre del café Pinín de Llanes ha caído como una losa en el sector hostelero local. Y es que este establecimiento era para muchos profesionales de esta actividad «un símbolo» y «todo un emblema» de la villa llanisca. De hecho los profesionales consultados por este diario guardan todos con cariño recuerdos personales de este local que el sábado abrirá sus puertas por última vez después de haberlo hecho durante 132 años de manera ininterrumpida, los últimos 90 de la mano de la familia Armas.
«Yo paro en el Pinín cuando puedo. Soy un asiduo y lo conozco de toda la vida. Quedo allí a tomar un café con los amigos, para jugar una quiniela... Es una pena que vaya a cerrar. Es todo un emblema de Llanes». El que así habla es Ricardo González Sotres, para quien este establecimiento «forma parte de la historia de Llanes». «Fue el primer lugar donde se vio cine. Tiene mucha historia detrás y es un lugar con muchísima solera. Es una pena que desaparezca», considera. González Sotres es el primer chef de Llanes que consigue una Estrella Michelín, la que luce su restaurante El Retiro de Pancar. Al pensar en el cierre del Pinín los recuerdos se le agolpan. «Es un sitio mítico y que he utilizado muchas veces como lugar para quedar con alguien. Tanto si era de Llanes como si venía de fuera. Es una tristeza que 'Nano' y 'Tichu' (los propietarios) ya no vayan a estar allí», manifiesta con pena.
José Alberto Santiago Álvarez, conocido por todos como 'Canene', es uno de los hosteleros veteranos de la villa de Llanes. Su establecimiento 'Casa Canene', abierto en 1963, va a quedar tras el cierre del Pinín, si no como el más antiguo de la localidad, sí como uno de los que más años acumulan abiertos de forma ininterrumpida. «El Pinín es un lugar emblemático de Llanes. Mi padre trabajó allí. Tengo recuerdos de jugar a la quiniela de niño, que había que echarla el miércoles como último día», rememoraba ayer 'Canene'. Otra escena que le viene a la mente de la historia de este café es «cuando pusieron la televisión y había fútbol aquello era como una pequeña tribuna con gente de pie». «Recuerdo las partidas de cartas y de dominó. La máquina de bolas que había y en la que pasaba tardes enteras jugando. También que delante del Pinín paraba el autobús y esperábamos allí a que llegase. Tengo 60 años y siempre recuerdo este café igual», evoca el hostelero, quien también quiere añadir que «soy amigo de los propietarios y siento mucho de verdad este cierre».
En la Asociación Llanisca de Restaurantes (Allares) el próximo cierre de toda una institución histórica en el sector hostelero local y regional como es el Pinín también ha causado un hondo pesar. «Para Llanes es una pena este cierre porque era un establecimiento que ofrecía calidad y desde Allares todos los negocios hosteleros que ofrecen calidad tienen nuestro reconocimiento. Es una pérdida muy importante para Llanes», valora Javier Garaña, hostelero y presidente de Allares. Garaña destaca del Pinín que «ha sido un establecimiento en el que se ha cuidado el producto». «Ha tenido una gran variedad de buenos vinos y cavas. También de pinchos. Allí se hace una de las mejores tortillas de patatas de toda la villa y la gente estaba esperando a que saliesen estos pinchos para comerlos», recuerda Garaña, quien desea que «la familia se pueda establecer en otra ubicación y siga ofreciendo la calidad que ha dado en estos años».
El presidente de Allares también quiere incidir en que con cierres como el del Pinín «se demuestra que es difícil mantener un negocio abierto en Llanes. Hay que dedicarles mucho esfuerzo para lograr que sean rentables».