Detenido un peñamellerano como presunto autor de un delito de incendio forestal
También multan con 601 euros a un ganadero de Colunga por dificultar la labor de los bomberos a la hora de extinguir un fuego
A . I. / J. G.
Viernes, 22 de enero 2016, 00:11
En la mañana de ayer la Guardia Civil detenía a un joven como presunto autor de un delito de incendio forestal. El hombre, de 36 años, es residente en el concejo de Peñamellera Baja y se le acusa de ser el responsable del incendio registrado el pasado 28 de diciembre en la zona conocida como pico Jana. Las diligencias del caso se encuentran abiertas y se han derivado al juzgado de instrucción de Llanes.
Estos hechos ocurren solo días después de que otro peñamellerano fuese identificado por la Guardia Civil y el Seprona como presunto autor de uno de los incendios que el 19 de diciembre arrasó más de 2.000 hectáreas de monte en el paraje conocido como Riega de Estragüeña, término municipal de Peñarrubia (Cantabria). Se trataba de un ganadero caprino de 31 años.
Sin salir del gremio, ayer se conocía también que la Delegación del Gobierno en Asturias ha sancionado a un ganadero del concejo de Colunga con una multa de 601 euros por obstrucción a la autoridad, en concreto por impedirle al servicio de Bomberos el ejercicio legítimo de las funciones que estos tienen encomendadas.
«Llama a la Guardia Civil»
Los hechos, ocurridos el 30 de diciembre pasado en la localidad parraguesa de Cofiño, tienen que ver con la última oleada de incendios forestales. Un retén de bomberos trabajaba en esa localidad en las labores de extinción de un fuego, cuando Angel Maximino Labra Alvarez, ganadero de Gobiendes, se acercó al lugar y estacionó su automóvil frente al vehículo oficial del jefe de los bomberos, obstruyendo su labor operativa.
Según consta en la denuncia, el ganadero les recriminó con «grandes voces y expresiones intimidatorias». Se trataba de una protesta personal contra un colectivo, el de los bomberos, que había acusado a los ganaderos de ser los causantes de los incendios. Ante su insistencia, el jefe del servicio le comunicó su intención de avisar a los agentes de la Guardia Civil, pero en lugar de cejar en su protesta Labra replicó: «Sí llama, llama a la Guardia Civil, voy hablar con quien me salga de los cojones y hacer lo que me dé la gana». Así consta en el expediente. Su actuación fue tipificada como infracción grave y sancionada con 601 euros de multa, que se quedarán en la mitad si el ganadero decide pagarla en quince días. Si se acoge al pago voluntario renunciará a la presentación de alegaciones.