La muerte de Sandra y Pablo sume en un «terrible dolor» al concejo de Onís
El municipio estará tres días de luto oficial, tras el fallecimiento de dos vecinos «muy queridos» en un accidente de tráfico entre Rales y Vibañu
Gloria Pomarada
Llanes
Jueves, 14 de septiembre 2023
Desde Cangas de Onís a Peñamellera Alta, pasando por Llanes, Cabrales y Onís, la comarca oriental amaneció ayer rota de dolor ante la trágica muerte de Pablo Torroba Vera, de 14 años, y Sandra Ramos Cortines, de 47, en un accidente de tráfico registrado en la tarde del miércoles en la conocida como carretera del Ríu Les Cabres. El coche en el que viajaban, procedentes de un entrenamiento de fútbol del Urraca de Posada y en dirección a Onís, donde residían, chocó contra otro vehículo en la AS-115 a su paso por el concejo de Llanes, en un tramo entre Rales y Vibañu. Yeray M. M., otro adolescente vecino de Peñamellera Alta, de 15 años, que también iba en el coche, permanece ingresado en estado muy grave en el HUCA, en Oviedo.
Pablo Torroba será despedido hoy viernes a las 16 horas en la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Onís. Ya ayer, por el tanatorio de Benia pasaron multitud de adolescentes amigos del joven oniense, así como vecinos, allegados de la familia y profesores. «Vivió feliz y os pedimos que nos ayudéis a mantener vivo su recuerdo. Así siempre estará vivo en nuestros corazones», fue la petición que quiso trasladar la familia y que dejó plasmada en la esquela.
En el caso de Sandra Ramos, sus familiares optaron por despedirla en la más estricta intimidad, sin velatorio ni funeral. Sí trasladaron públicamente el agradecimiento por «todo el cariño y apoyo recibido».
«Consternación» en el fútbol
El trágico siniestro ha golpeado de pleno al Urraca Club de Fútbol, equipo al que pertenecían los dos menores. En la tarde de ayer, el campo de La Corredoria, en Posada, lucía completamente vacío en señal de duelo, ya que el conjunto decidió suspender todos los entrenamientos programados para esta semana. En lugar de en el terreno de juego, los jóvenes futbolistas pasaron ayer la tarde en el tanatorio de Benia, arropando a la familia de Pablo. «Queremos lamentar la terrible pérdida de uno de nuestros jugadores del equipo cadete», compartieron en un comunicado desde el Urraca. Trasladaron además su «más sentido pésame a toda su familia, amigos y compañeros de equipo, al igual que a todos los allegados de la conductora del vehículo». Para el otro cadete herido grave, además de los dos ocupantes del segundo vehículo implicado en el accidente, desearon «la mayor de las fuerzas y la más pronta recuperación».
Las condolencias llegaron asimismo desde la Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias, que se unió al «terrible dolor» de la comarca. «Toda nuestra solidaridad con las familias y todo el club de Posada de Llanes en estas duras jornadas», compartieron. Desearon asimismo «fuerza» al joven hospitalizado. Este fin de semana, todos los partidos de fútbol que se disputen en Asturias comenzarán con un minuto de silencio «en memoria del joven futbolista». Desde la Federación comunicaron además que «se aplazan los encuentros de Tercera RFEF y LNJ que este fin de semana iban a disputar los equipos del club llanisco».
«Consternados aún por la noticia, nos queremos sumar al profundo dolor en el que este trágico accidente ha sumido a todo el oriente de Asturias en las últimas horas. Nuestros pensamientos están con las familias, amigos y entorno de los fallecidos, así como deseamos con todas nuestras fuerzas la pronta mejoría del herido», señalaron desde el Club Deportivo Llanes. Los pésames se repitieron a lo largo del día por parte de clubes de toda Asturias.
Banderas a media asta
En Onís, donde residían los dos fallecidos, el Ayuntamiento decretó ayer tres jornadas de luto, que se extenderán hasta mañana sábado. En señal de duelo, las banderas de la casa consistorial están a media asta. Tanto Sandra Ramos como Pablo Torroba, ella de La Robellada y él de Benia, eran personas «muy queridas», al igual que sus familias.
También en el IES Rey Pelayo de Cangas de Onís, donde Pablo acababa de iniciar tercero de la ESO, la de ayer fue una jornada «dura». A primera hora, desde el centro reunieron a sus compañeros de curso para «ver cómo estaban y ofrecerles ayuda emocional». A continuación todo el alumnado, profesores y trabajadores del instituto guardaron un minuto de silencio en su recuerdo. «Fue un día muy triste, es trágico», indicaron desde la dirección.
Mismo sentir se vivió en el colegio de Las Arenas, en Cabrales, donde estudia Yeray M. M. Desde la dirección señalaron que fue también una jornada difícil y marcada por el silencio.