Casa Morán paga 3.800 euros por las dos mejores piezas del queso de Gamonéu

El jurado, formado por siete expertos, declaró como mejor queso del Puerto el producido en la majada de Belbín por Quesería Remis, representada ayer por Rubén Remis, quien explicó que su pieza había sido elaborada en el mes de junio con leches de vaca ratina, cabra mantrina y oveja carranzana. Como mejor queso del Valle fue reconocido el elaborado por la Quesería El Recuestu, de Intriago, abanderada ayer por su propietaria, Natalia Valle Fernández, quien precisó que su pieza había sido elaborada en noviembre de 2022, hace casi un año, con leches de vaca frisona y cabra . En segundo y tercer lugar del queso del Puerto se reconoció a las queserías Uberdón y Gumartini, por este orden. Y entre las del Valle se nominó a las factorías de Sobrecueva y L'Arbeyal. El mejor lote del Puerto fue el presentado por Gumartini y por L'Arbeyal el del Valle.

Las ventas fueron persistentes y fluidas a lo largo de la mañana, hasta el punto de que algunos queseros vendieron la totalidad del producto aportado. Todos los presentes querían hacer un esfuerzo para llevar un trozo del queso más caro de España.

Beatriz Rodríguez y Frank Wagner presentaron el único Gamonéu con certificación ecológica. Elaboran en la aldea canguesa de Parda, con tres leches procedentes de las ubres de vacas ratinas, ovejas lachas y cabras bermeyas que pastan en extensivo. Maduran el producto en una cueva de la zona de Buferrera y vendían a 35 euros el kilo.

Como novedad, la joven Cristina Muñiz, de Quesería Demués, vendía cucuruchos con tacos de Gamonéu y picos pan al precio de tres euros. Valoró que estaba «feliz» en Benia porque a las siete de la mañana se había enterado de que uno de sus quesos había resultado «premiado en un certamen celebrado en Finlandia». Hasta tan lejos lo había llevado Central Lechera Asturiana.

Graciela Valle, presidenta de la Denominación de Origen Queso de Gamoneu, a la que pertenecen 22 queseros que elaboran 144.000 kilos de queso al año: 139.000 del Valle y 5.000 del Puerto, comentó que «lo vendemos todo, pero cada día con menor margen de beneficio porque los costes de producción, como alimentos, energía, maquinaria y combustibles, se dispararon y no podemos repercutirlos al consumidor porque el precio sería entonces, desorbitado». En cuanto a la competencia desleal que gravitaba sobre el Gamonéu valoró que «cada día se reduce un poco más debido a las campañas de concienciación e información hacia el consumidor».

El jurado del certamen precisó que las puntuaciones tienen en cuenta, sobre todo, aspectos como sabor, aroma e impresión global, además de apariencia externa, olor, textura y corte.

En respuesta a que cualquier certamen que se precie debe de contar con buen pregón y un renombrado pregonero, de esa labor se encargó Javier Guillén, director de la Vuelta Ciclista a España desde 2008. Utilizó el verso y la prosa como hilo conductor para poner el valor «la perfecta y especial unión» que existe entre Asturias y la Vuelta a España. Explicó que «el mítico final de etapa en los Lagos es el más emblemático y demandado», hasta el punto de ser el que más se repite, porque hasta en 22 ocasiones se situó allí la meta.

El apartado emotivo se concretó en la entrega de los Gamonéu de Oro, premio con el que fueron reconocidos Ignacio Bosch, director del Parador Nacional de Villanueva, en Cangas de Onís, y tres vecinas del pueblo de Gamonéu: Alfonsina Alonso, Alonso María Luisa González Alonso y Belarmina Alonso, que al no poder acudir a recibirlo estuvo representada por su bisnieta Jimena Suero González.