La Fiscalía y la acusación particular acusan de asesinato a los cuatro investigados por el crimen de Ardines
Con la lectura de la acusación se acerca el final de una larga y compleja instrucción
Los supuestos sicarios, Maamar Kelii y Djillali Benatia, llegaron al juzgado escoltados por la Guardia Civil y tanto los considerados inductor e intermediario, Pedro Nieva y Jesús Muguruza, que asistieron por videoconferencia.
Los cuatros presuntos autores del brutal asesinato del concejal llanisco Javier Ardines comparecieron esta mañana ante la jueza que instruye el caso para que les sean comunicados los delitos de los que se les acusa. Los supuestos sicarios, los argelinos Maamar Kelii y Djillali Benatia, llegaban a la sede judicial a las diez menos diez, el primero en un furgón de la Guardia Civil y el segundo en un coche, ambos desde la cárcel de Asturias. El considerado inductor del crimen, Pedro Nieva, compareció por videoconferencia desde la prisión de Nanclares de Oca donde se encuentra desde hace tiempo y el presunto intermediario, Jesús Muguruza, lo hace desde El Dueso.
La Fiscalía del Principado y la acusación particular imputan un delito de asesinato a los cuatro investigados por la muerte de Javier Ardines. La fiscal ha leído durante unos veinte minutos el relato de los hechos en el que se basa su postura, a la que se ha adherido la acusación particular. En el mismo, señalan a Pedro Nieva como supuesto inductor del crimen, a Jesús Muguruza como colaborador necesario y a Maamar Kelii y Djillali Benatia como coautores del asesinato. Lo que ha quedado descartado es la pertenencia de loa cuatro investigados a un grupo criminal, tal y como apuntaban los investigadores de la Guardia Civil en su atestado.
Con la lectura de la acusación se acerca el final de una larga y compleja instrucción en la que la magistrada llanisca y los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y efectivos de la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón han trabajado de forma intensa. Si bien las partes aún pueden solicitar que se practiquen nuevas diligencias, todo apunta a que pronto quedará cerrada esta fase para dar paso a la apertura de un juicio que se celebrará con jurado.
El caso estuvo prácticamente parado durante más de un año, desde la detención el 19 de febrero de 2019 de Nieva, Muguruza y Benatia en el País Vasco hasta la entrega del cuarto implicado, Kelii, por parte de la justicia suiza el pasado 13 de mayo. Estaba preso en una cárcel de Suiza por otros delitos en el momento de las detenciones y no fue extraditado hasta que cumplió la condena.
Según las conclusiones de la minuciosa investigación llevada a cabo durante seis meses por el equipo conformado por la Guardia Civil para esclarecer el brutal suceso, Kelii y Benatia fueron 'contratados' por Pedro Nieva para asesinar al concejal, a cambio de 25.000 euros y con la mediación de Jesús Muguruza, después de que este descubriese que Ardines mantenía una relación sentimental con su mujer, Katia Blanco. Tras varios viajes preparatorios y un primer intento fallido, los presuntos sicarios tendieron una emboscada al concejal en la madrugada del 16 de agosto de 2018, cuando este se dirigía al puerto de Llanes para salir a faenar.
Según se recoge en el atestado elaborado por los investigadores, los argelinos colocaron dos vallas de obra en el camino de acceso a la vivienda de Ardines, en Belmonte de Pría, de forma que éste tuvo que detener su marcha y bajarse de la furgoneta para retirarlas. Fue entonces cuando los dos hombres le asaltaron, tal y como el propio Benatia llegó a reconocer ante los agentes y la jueza, rociándose con spray de pimienta y golpeándole con un bate de béisbol y un palo. Según el argelino, tras golpear al concejal y caer este al suelo, él salió corriendo hacia el coche, pero Kelii se retrasó unos momentos más, durante los que se escuchó un fuerte golpe.
La autopsia determinaría que el edil llanisco falleció por un fuerte traumatismo en la nuca combinado con asfixia mecánica. Apenas tres días después del crimen, cuando numerosos medios de comunicación se hicieron eco del asesinato de Javier Ardines, el propio Benatia llevó a Kelii hasta el aeropuerto de Barcelona para tomar un avión con destino a Argelia pues, según aseveró el primero de ellos en su declaración, «estaba nervioso» por la investigación.
