Fallece un vecino de Sotres tras un incendio en su vivienda

Trágico día de Reyes en la localidad cabraliega de Sotres. Uno de sus vecinos, Miguel López López, de 66 años, ha fallecido en su vivienda tras desatarse un incendio en el salón, según apuntan desde el pueblo de Picos de Europa. Fue esta mañana cuando varios residentes se percataron de que había ceniza sobre la nieve e indicios de fuego en la vivienda de la víctima, así que uno de ellos escaló hasta llegar a una de las ventanas, encontrándose en el interior del inmueble con el hombre y su perro, los dos muertos.

La Guardia Civil recibía el aviso del fallecimiento a las once de la mañana y, dada la imposibilidad de acceder al lugar por carretera, ponía en marcha al helicóptero de la zona de Asturias. En un primer momento la aeronave se desplazó desde La Morgal hasta Cangas de Onís para recoger a los efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) y llevarlos a Sotres y, ya en un segundo viaje, trasladó también a los agentes de la Policía Judicial y al médico forense. Para facilitar el aterrizaje, los vecinos del pueblo cabraliego se unieron e improvisaron un helipuerto en medio del grueso manto de nieve.

Tras realizar una primera inspección ocular se ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado por aire hasta Cangas de Onís y desde allí, por tierra, hasta el Instituto de Medicina Legal de Oviedo, donde se le practicará la autopsia para determinar las causas concretas de la muerte. En principio, indicaron desde el instituto armado, «se baraja como más probable la intoxicación con monóxido de carbono» debido al incendio que se produjo en el interior de la vivienda. Este, al parecer, fue provocado por «la deflagración de una botella plástica conteniendo una sustancia acelerante tipo aguarrás o similar que se presume que utilizaba para encender la chimenea».

Efectivos de la Policía Judicial continúan investigando lo sucedido en el interior de la casa, situada en un inmueble de tres pisos en el barrio de El Cueto. Miguel López era el único residente del edificio y según apuntan desde su entorno llegó a percatarse del incendio, pues fue hallado junto a la puerta de su dormitorio.

El trágico fallecimiento de Miguel ha conmocionado al pueblo, donde le definen como un hombre «carismático» y muy implicado en el día a día de la vecindad. Era natural de Sotres, si bien parte del año residía en Torrelavega (Cantabria), donde también viven sus dos hijos. Su mujer había fallecido hace años y él, minero de profesión, estaba jubilado desde hace dos décadas. De hecho, hace años que se trasladó a Torrelavega para trabajar en la mina de Reocín, después de que cerrase la de Áliva, pero hacía tiempo que, tras jubilarse, había retornado a su pueblo, donde ahora mismo se respira una honda tristeza.

«Miguel era muy querido por todos, siempre estaba alegre, con alguna palabra de ánimo y dispuesto a lo que fuera por los demás. Cuando hacía falta ayuda para algo, era el primero», indican quienes le conocían. Y es que «disfrutaba mucho con la gente, le encantaba cantar y bailar, pero también dar paseos con su perra». «Era un jubilado que trataba de disfrutar de su pueblo y de la tranquilidad que este le aportaba, así como de sus amigos», agregan.

Tras el complejo operativo de rescate del cadáver debido al mal estado de la carretera AS-264, que llevaba cortada desde la tarde del domingo por la nieve, la máquina fresadora conseguía llegar a última hora de la mañana a la localidad, pero la situación en la vía que une Arenas de Cabrales y Sotres es aún «sumamente peligrosa», tal y como indican los propios vecinos. «Hay muchísima nieve acumulada en los neveros y con el sol que está haciendo pueden caer en cualquier momento», advierten.