El gobierno de Ribadedeva acusa a la oposición de «criminalizar» su gestión

Cruce de reproches entre los dos únicos grupos del Ayuntamiento de Ribadedeva. Desde el PSOE, en el equipo de gobierno, emitían ayer un comunicado en el que acusan al portavoz de Juntos por Ribadedeva, Jorge Martínez, de «judicializar» la vida política y «criminalizar» su gestión. «No contento con la demanda laboral por acoso que puso contra el alcalde de Ribadedeva hace ya tiempo y que fue desestimada íntegramente por uno de los juzgados de lo social de Oviedo, no contento con denunciar al PSOE durante la anterior campaña electoral ante la junta electoral por celebrar un mitin en Pimiango sin permiso cuando realmente dicha autorización existía, no contento con la actitud amenazante frente al equipo de gobierno que ha tomado desde que accediera al cargo de concejal, ha dado finalmente el paso de judicializar la vida política municipal denunciando ante la Fiscalía la gestión de este Ayuntamiento y tratando de criminalizar a los que estamos o estuvieron al frente del mismo», recoge el escrito, firmado por el alcalde, Jesús Bordás, y los concejales María Luisa Fernández, José Manuel Castro, Begoña Escandón y José Luis Nosti.

Su afirmación, explican, llega tras tener constancia de que Martínez «está presentando denuncias» ante el ministerio fiscal. «Ha ido más allá de donde nadie nunca fue en democracia en este Ayuntamiento, rompiendo con una norma no escrita de los distintos gobiernos habidos de no acudir a la vía penal para resolver los problemas personales y políticos de cada cual», afean a Martínez. Consideran además que con su comportamiento «persigue manchar el honor» de los concejales y «quebrar la convivencia y la paz social y generar intranquilidad en el equipo de gobierno». A ello suman en el capítulo de críticas el «gasto importante en dinero y en tiempo para el consistorio».

Por su parte, Martínez reconoce que ha puesto en conocimiento de la Fiscalía supuestas irregularidades, si bien opta por no concretar ninguna de ellas a la espera de que la justicia se pronuncie sobre si efectivamente existe delito. «No voy a manchar la honorabilidad de nadie porque igual estoy equivocado yo», sostiene. También afea a Bordás que haya emitido el comunicado «sin decir por qué es» e insiste en que pretende «ser constructivo y que las cosas se hagan bien».